Además, y ante futuras crisis sanitarias o rebrotes del virus, han destacado la necesidad de que se establezcan protocolos "claros y comunes" sobre los criterios de actuación, los diferentes recursos para hacer frente al coronavirus, y los circuitos y pautas de aislamiento y tratamiento de los casos.
Del mismo modo, las organizaciones han destacado la importancia de elaborar un plan único de residencias para abordar la detección, aislamiento y adecuado tratamiento sanitario de los casos; y se prioricen los hospitales, residencias o centros de cuidados intermedios a la hora de dotarlos de recursos.
Los geriatras también han solicitado que no se discriminen a las personas mayores en el acceso a los servicios sanitarios especializados, ni se "estigmatice" a ningún sector profesional o tipología de recurso, como "ha pasado con las residencias o centros sociosanitarios".
Dicho esto, han abogado por impulsar la Geriatría como especialidad "clave" en el reto demográfico y en futuras crisis sanitarias; impulsar actuaciones específicas para prevenir las consecuencias del confinamiento; iniciar la desescalada de las unidades de rehabilitación domiciliaria y ambulatoria, los centros de día de personas mayores y los servicios domiciliarios de atención y cuidados a personas mayores.
Finalmente, las organizaciones han pedido "mejores" canales de coordinación y actuación entre los servicios sociales y sanitarios; redefinir y potenciar la cartera de servicios domiciliarios para las personas mayores; mejorar el modelo de recursos residenciales y sociosanitarios para mayores; garantizar que todos los que viven en residencias tienen acceso a la cartera de servicios de Atención Primaria y especializada; y avanzar hacia una cohesión de los servicios sociales y sanitarios.