El subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, ha visitado las obras del puente de la autovía, en Cardenal Cisneros, que han sido entregadas tras acabar su ejecución, aunque lo ha hecho con el enfado vecinal por el estado de los remates, por la iluminación y, especialmente, por la supresión de aparcamientos que se unen a la pérdida también de aparcamientos en la calle Brahones.
Aunque las obras en el puente han finalizado, todavía quedarán por realizar algunos remates en las dos raquetas de Tres Cruces y Carretera de la Estación, que vivirá unas mejoras en el firme y antes de final de año quedarán despejadas para continuar de la forma en la que estaban anteriormente pese a que se especulaba con que se convertirían en rotondas.
Ángel Blanco ha señalado la importancia de estas obras en una vía en la que en los días de mayor tráfico pasan más de 20.000 coches y que habían acentuado su urgencia tras el desprendimiento de cascotes en el verano de 2020. El Ministerio de Transportes destinó para remediar nuevos desprendimientos 900.000 euros en unas obras que han durado algo más de siete meses en los que se ha intentado aminorar las posibles molestias a los vecinos.
José Vidal, jefe de Demarcación de Carreteras del Estado en Castilla y León, fue el encargado de explicar los detalles técnicos de la obra que buscaba evitar que los vehículos que transitan por las vías de servicio pudieran provocar accidentes cayendo a la carretera principal lo que ha llevado a colocar una barrera de hormigón de un nivel de contención de tipo H1 y se ha acompañado de una barandilla con pasamanos de acero inoxidable que actúa más de forma estética. En el paso superior se ha puesto un pretil estético urbano y la misma barandilla para los peatones.
Esta barrera de hormigón es uno de los elementos que no gustan a los vecinos, por no ser estético y encontrarse en medio del barrio de Pantoja, al que divide, siendo una estética de "autovía" que no tiene nada que ver con la ciudad. Así lo explicaba Tina Domínguez, presidenta de la asociación de vecinos del barrio.
Sin embargo, el principal enfado de los vecinos viene por los aparcamientos al eliminarse más de una treintena de aparcamientos en las dos vías de servicio, que se unen a la reducción de aparcamientos en la calle Brahones que pasan de batería a en línea lo que obliga a los vecinos a aparcar en la zona de la Estación de Tren o cerca del Centro Comercial Valderaduey.
José Vidal defendió esta eliminación de aparcamientos al existir una pequeña reducción del firme en las vías de servicio con la colocación de las barreras de hormigón, una decisión que, si bien no entraba en las obras de urgencia del puente, se ha consensuado con el Ayuntamiento de Zamora.
Por último, una de las quejas de los vecinos ha sido la poca iluminación de la zona con las nuevas farolas, además de critica que pese a que se ha llevado ya a cabo la entrega de las obras, aún falta por instalar alguna de estas luminarias.