Zamora24horas publica de manera literal las consideraciones al respecto:
1. El pacto con el gobierno de Castilla y León para el restablecimiento de la jornada laboral de 35 horas no incluía, para nada, la condición de que hubiera o no presupuestos nacionales o autonómicos como ha tratado de justificar el Consejero de Transparencia, al que podremos pasar a denominar a partir de ya como Consejero de Torticería y Argumentos Variopintos.
2. La imposición de la jornada de 37.5 horas provocó el desplome de las plantillas de SACYL, echando del sistema a un gran número de profesionales que mantenían la calidad del Servicio Público de Salud; ese, y no otro, fue el objetivo y la consecuencia de esa medida: debilitar los Servicios Públicos y precarizar a l@s Emplead@s Públic@s.
3. Pasar del argumento de los 120 millones de € de coste de la medida (cifra que a día de hoy no han conseguido diseccionar) que se cae por la liberación por parte del Gobierno central de las cantidades a cuenta adeudadas a las comunidades, al de la problemática estructural de las plantillas de SACYL y el riesgo de “desatención” a la ciudadanía marcan el camino que desde la Junta se ha decidido emprender para no cumplir con lo pactado: la táctica del calamar, emborronar y embarrar para huir de lo firmado.
4. El no restablecimiento de la jornada de 35 horas vuelve a poner de nuevo a esta Comunidad, y a sus trabajadores y trabajadoras del sector de sanidad, en inferioridad de condiciones con respecto a otras comunidades que ya recuperaron este derecho, lo que favorecerá la huida de profesionales y la vuelta al argumento clásico y falaz de la falta de profesionales sanitarios.
Desde el sector de Sanidad de la FeSP de UGT exigen que la Junta de Castilla y León cumpla lo pactado, “que dejen de usar a los empleados de SACYL como parapeto para ocultar su desvergüenza y que los dirigentes de esta Comunidad estén a la altura de los trabajadores y trabajadoras públicas de Castilla y León”.