Los expertos nutricionistas temen que con un presupuesto limitado no se realicen las mejores elecciones y se produzca un desequilibrio nutricional en el afán por ajustarse el cinturón. Eroski Consumer ha querido indagar en este asunto y saber si la crisis económica ha modificado de alguna manera los hábitos nutricionales y de compra de productos alimenticios de la población. Para ello, realizó entre agosto y septiembre una encuesta online a 2.000 personas de entre 25 y 69 años.
El estudio confirma que las familias españolas han tomado medidas para contener el gasto en alimentación: por ejemplo, durante la compra, el 92% compara más los precios y en torno al 85% evita gastos superfluos y presta más atención a las ofertas. Además, el 83% de los entrevistados sustituye un alimento por otro similar por considerarlo más económico y uno de cada dos modera tanto la cantidad como la calidad del producto que compra. Principalmente, adquieren menos bollería y galletas, chocolate, embutidos, carne de bovino (vaca o ternera); y más carne de ave. Incluso un 22% ya no compra marisco, moluscos ni crustáceos.