Asimismo, recuerda que es preferible duchar al niño antes que bañarlo y mantener una buena higiene de manos y cuidar la piel con productos no irritantes e hidratarla correctamente.
"El verano es el tiempo perfecto para la proliferación de esta infección por un poxvirus que se coge en las piscinas o por contacto con otra persona que ya esté contagiada. Este virus suele darse más en niños, sobre todo con piel atópica o piel más seca, producida por alguna dermatitis. También suele aparecer en adultos inmunodeprimidos o pacientes con VIH", explica.
Los moluscos son una especie de granitos o bolita de consistencia firme, rosada, de 1 a 5 ml, no son muy molestos, pero sí muy contagiosos y tal y como asegura la dermatóloga Márquez: "los moluscos son como un granito que no se quita, que no evoluciona y tiene propensión a propagarse de un lugar del cuerpo a otro y es en este punto cuando los padres se alarman y nos consultan". Si no se actúa la infección puede durar hasta 2 años.
Lo normal es que esta infección sea asintomática, "pero hay veces que los granitos se irritan y se infectan y tienen pus", continúa la dermatóloga. Hay veces que los moluscos evolucionan y los niños se pueden llenar de verrugas, por lo que hay que actuar para erradicarla.
Los métodos para tratarlos son varios, o bien con la aplicación tópica de alguna sustancia ácida cuya función es secarlos, y que puede administrarse en casa o en la consulta, donde se le aplica al niño un minuto antes de ducharlo o bien se le raspa sin dolor con un instrumento filoso o cureta. "Previamente los padres administran una crema anestésica al niño y le envuelven la zona con papel film de cocina y de esta forma se quita sin dolor y el niño se va a casa sin verruga", concluye la doctora.