En concreto, detalla que el desarrollo e incertidumbre asociada a los meses de pandemia está generando una sensación de aislamiento que en muchas ocasiones es percibida por algunas personas como de soledad, "uno de los principales enemigos para una persona en tratamiento o rehabilitada de una adicción a las sustancias como el alcohol", ha afirmado el doctor.
En este sentido, ha recordado que, en el pasado mes de marzo de, cuando se inició el confinamiento en España, se produjo un incremento del 24,7 por ciento de la compra de bebidas espirituosas respecto a marzo de 2019, incrementos que fueron de un 22,2 por ciento para el caso de las cervezas y del 2 por ciento en los vinos y derivados, según señala el Ministerio de Sanidad. El consumo social en bares y restaurantes se ha visto disminuido debido a las restricciones que han estado y siguen vigentes, pero por el contrario, el consumo en el hogar de bebidas alcohólicas ha aumentado.
Así, afirma que existe una relación de patologías bidireccionales entre el trastorno por consumo de alcohol y enfermedades mentales. Se estima que al menos un 44 por ciento de los pacientes en tratamiento por problemas con la bebida padecen, como mínimo, otro trastorno psiquiátrico. Además, un 34 por ciento de los pacientes con algún trastorno mental tiene problemas derivados del consumo excesivo de alcohol. "El alcohol se asocia de forma estrecha con algunos trastornos mentales, especialmente trastornos del ánimo, como y ansiedad", ha explicado el psiquiatra al respecto.
"Las adicciones están resultando ser a día de hoy un problema muy habitual que repercute en todos los ámbitos de la vida del afectado" expresa el doctor Vaughan y, por ello, debe de ser abordado de una manera multidisciplinar, tratando tanto a personas que tienen una adicción, como también a aquellas que padecen una adicción en el contexto de una enfermedad mental, o de una situación como la vivida durante este año, abordando la desintoxicación inicial y el proceso posterior de deshabituación", ha apostillado.