El Círculo de la Sanidad exige al Gobierno que apruebe, de forma inmediata, una reducción del IVA de todos los productos y servicios sanitarios de forma permanente, dado que el 31 de julio concluye la exención establecida en abril para algunos materiales como mascarillas, geles hidroalcohólicos, guantes y batas, entre otros, para hacer frente a los peores momentos de la pandemia de COVID-19.
El Consejo de Ministros adoptó esta decisión en abril, para que las administraciones, centros sanitarios y organizaciones sociales pudieran adquirir estos productos durante la pandemia, lo que a juicio del Círculo de la Sanidad, fue “una medida necesaria en un momento de máxima emergencia”. De hecho, la entidad planteó públicamente esta medida y valoró positivamente que fuera atendida por parte del Ejecutivo.
Pero más allá de la emergencia de la COVID-19, la asociación lleva años insistiendo a los diferentes gobiernos del Estado acerca de la necesidad de reducir este tributo desde que se aprobara un incremento en los peores años de la anterior crisis económica, una medida que, en su opinión, ha sido “muy lesiva para todas las partes: para el Sistema Nacional de Salud (SNS), las empresas privadas y, por supuesto, para los pacientes”.
“Entendíamos que en abril, con la pandemia en sus peores momentos, la exención de determinados productos fue lo que se podía hacer en ese instante, pero no es suficiente. Si algo nos ha evidenciado esta pandemia es que el sistema sanitario debe cuidarse siempre, no solo cuando vienen dificultades, porque es la única forma de estar preparados ante las crisis que puedan venir en el futuro”, declara el presidente del Círculo de la Sanidad, Ángel Puente.
Para Puente, “necesitamos que los productos y servicios sanitarios, en tiempos de normalidad, estén gravados con tipos reducidos (4% y 10%), puesto que se trata de bienes de primera necesidad y, sin duda, sería una medida de apoyo a la industria sanitaria española que ayudaría a que seamos capaces como país de autoabastecernos y no ser tan dependientes del exterior ante futuras pandemias”.
En este sentido, indica que, si se apoya a la industria, España podría convertirse en un país exportador de material sanitario, fomentándose así otro nicho de empleo, “que tanta falta nos hará ante la devastación económica” que dejará tras de sí la pandemia.
Entre los servicios cuyo IVA es del 21% destaca la limpieza, la seguridad de hospitales y centros sanitarios, logística sanitaria, transporte de productos biosanitarios, etc. Además, productos como los respiradores; las mascarillas; las batas quirúrgicas; depresores linguales; adaptadores de toma de oxígeno; drenajes; guantes; pijamas desechables; pañales; gorros de cirujano y enfermería, y cubrezapatos, entre otros, se encuentran también gravados al 21%, al margen de la excepcionalidad actual.
“Necesitamos certidumbre, apoyar a al Sistema Nacional de Salud (SNS), a los pacientes, profesionales y a la industria, y ahora es el momento. No podemos seguir suspendiendo la asignatura de la apuesta por la I+D+i y, como los malos estudiantes, dejar las cosas para septiembre o para cuando nos pilla el toro”, apostilla Ángel Puente.
Exigen al Gobierno reducir el IVA sanitario de forma permanente tras la exención de emergencia que finaliza el 31 de julio
La asociación considera que España no puede permitirse mantener en vigor la subida de productos sanitarios que se llevó a cabo en los peores años de crisis económica, gravando materiales como mascarillas, respiradores o guantes al tipo máximo del 21%, “como si fueran productos de lujo”.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios