Ya se empiezan a notar los efectos del anuncio del Banco Central Europeo de mantener sus tipos al 0%. El euríbor, que es el principal índice hipotecario, lleva prácticamente un mes estancado (hasta ha bajado un poco en los últimos días), lo que hace que muchos futuros compradores de vivienda duden entre firmar una hipoteca variable para aprovecharlo u optar por el tipo fijo para ir sobre seguro. Sin embargo, desde el comparador financiero HelpMyCash.com aseguran que esta decisión no se debe tomar con la mente puesta en el ahora, sino que es aconsejable pensar a largo plazo y tener presente la propia tolerancia al riesgo.
Hay que pensar a largo plazo
Antes de nada es importante entender por qué el euríbor se ha estancado. Hace unas semanas, el Banco Central Europeo anunció que mantendrá otro año sus tipos al 0% y su facilidad de depósito al -0,4%, por lo que los bancos podrán financiarse gratis y tendrán que seguir pagando si quieren guardar su dinero en el BCE. Esto ha provocado que el euríbor, que es el interés medio al que las entidades financieras se prestan dinero entre ellas, haya dejado de subir después de sumar 11 meses consecutivos al alza.
El estancamiento del euríbor beneficia claramente a los que tienen firmada una hipoteca ligada a este índice, pues sus cuotas se mantienen baratas (recordemos que aún cotiza en negativo). Sin embargo, desde el comparador HelpMyCash.com avisan de que el BCE tendrá que retirar sus incentivos en algún momento, así que es muy probable que el euríbor suba tarde o temprano y se coloque en valores positivos.
Así, si este índice experimenta un aumento a corto o medio plazo y se coloca por encima del 1,5%, los que contraten ahora una hipoteca fija pagarán menos a la larga que los que firmen un préstamo a tipo variable, mientras que si no supera ese valor, ligarse al euríbor saldrá más a cuenta. Recordemos que el diferencial medio de las hipotecas variables es de en torno al 1%, mientras que el interés medio de las fijas ronda el 2,5%.
Todo depende de la tolerancia al riesgo
Pero tomar una decisión basada en la posible evolución del euríbor no deja de ser una apuesta, pues es imposible prever qué ocurrirá durante los próximos 20 o 30 años. Por ello, desde HelpMyCash.com recomiendan tener presente otro factor para saber si es mejor optar por el tipo fijo o por el variable: la tolerancia al riesgo que tenga el cliente.
De este modo, si el futuro hipotecado no se fía del euríbor y prefiere pagar siempre lo mismo para no sufrir cambios en las cuotas, puede que le resulte más conveniente decantarse por un interés fijo. En cambio, si lo que quiere es pagar unas cuotas bajas (al menos a corto plazo) y considera que podría afrontar un posible encarecimiento, quizás le venga mejor un interés variable ligado al euríbor.
Se puede cambiar de interés ‘a posteriori’
Aun así, desde el comparador recuerdan que el interés firmado no tiene por qué ser el definitivo, pues se puede pasar posteriormente del tipo variable al fijo o viceversa mediante un pacto con el banco (novación) o un traslado a otra entidad (subrogación). Además, si el cambio es para tener un interés fijo, con la nueva ley hipotecaria los bancos solo podrán cobrar una comisión del 0,15% y solo si la operación se lleva a cabo durante los tres primeros años.
En cambio, el paso del tipo fijo al variable no cuenta con ese incentivo. Por lo tanto, si se contrata ahora una hipoteca con un interés constante, es aconsejable que esta no tenga comisiones por novación o por subrogación.