En los últimos días, diferencias medios de comunicación a nivel nacional lanzaban esta información. Uno de los primeros en desvelarlo fue El Confidencial. Según este medio de comunicación, el Gobierno estudia con el resto de grupos parlamentarios un pago por uso de las autovías en el que se contemple el kilometraje recorrido y las emisiones contaminantes producidas por cada vehículo.
Hay que apuntar que actualmente el mantenimiento además de la construcción previa de este tipo de carreteras por parte del Estado, tanto autovías como autopistas, ronda los once mil millones de euros al año, de ahí la necesidad de encontrar nuevas vías de recaudación. Una de ellas sería la de imponer una tasa que se calcularía en función del uso y de la contaminación de cada vehículo. El control sería similar a lo que ocurre en Portugal, de forma que se colocarían arcos con cámaras durante varios tramos de las vías.
Este pago no eximiría del pago ya existente en las autopistas propiamente dichas que actualmente ya cobran a los usuarios. Así, según El Confidencial, la primera intención del Gobierno sería implantar unas tarifas que irían desde 3 céntimos por kilómetro recorrido, para quienes cuenten con un vehículo ecológico, hasta los 15 céntimos por kilómetro de quienes más contaminen.
Llevado este ejemplo a un caso concreto, cruzar el país de Bilbao a Cádiz podría suponer un desembolso de 30 a 146 euros en función de las emisiones contaminantes de nuestro vehículo; y a mayores el pago correspondiente si por el camino atravesamos autopistas de pago. Un ejemplo más cercano es el que podría darse para viajar desde Zamora hasta Madrid. Los aproximadamente 250 kilómetros que las separan costarían a un conductor la cantidad de entre 7 y 38 euros, a mayores de los más de 12 euros que tiene de coste el peaje, siempre que se apueste por conducir por autovías y autopistas y se descarte la opción de carreteras nacionales.