La crisis del coronavirus ha afectado, y afectará, a todos los sectores de actividad, en concreto, para la industria automovilística ha supuesto la mayor caída en ventas de coches registrado en nuestro país en los últimos 20 años. Según los datos recogidos por Anfac (fabricantes), Faconauto (concesionarios) y Ganvam (vendedores), en abril solo se matricularon 4.163 unidades, un 96,5% menos que en el mismo mes del año anterior,con los mismos días laborables. Para conocer cómo será la evolución de esta demanda, Ipsos ha realizado el Estudio Global del Impacto de COVID-19 en el Automóvil a través del cual se analiza la intención de compra de coches en diferentes países.
El dato más destacado respecto a nuestro país es que los españoles se encuentran entre los menos dispuestos a comprar un automóvil tras la crisis del Covid-19, junto con los italianos y los brasileños. En el otro lado destaca China, cuyos habitantes son los que presentan más predisposición a adquirir un coche en los próximos meses, esto se debe a que tras haber sido el país de origen de coronavirus las medidas de seguridad y distancia personal hayan calado más entre sus habitantes y adquirir un coche les permitirá prescindir del transporte público.
En líneas generales, tres de cada cinco encuestados han cambiado sus planes sobre la compra de un vehículo. Donde más se han mantenido estos planes previos a la crisis es en Alemania, Reino Unido, Francia y Estados Unidos. Hay diferentes factores que afectan al tipo de inversiones que decidimos hacer, por ejemplo, aquellos que viven en grandes ciudades están más dispuestos a comprar un coche nuevo. También la edad es otro factor importante, ya que los mayores han cambiado menos sus planes en este sentido que los más jóvenes. Y por supuesto nuestra situación personal, como por ejemplo los padres, que tienen más predisposición a adquirir un nuevo vehículo durante los próximos meses.
Entre aquellos que quieren comprar un coche tras la pandemia, la principal motivación es la misma para todos: sentirse más seguros y protegidos al poder evitar el transporte público. En Estados Unidos, China, Brasil y los países europeos encuestados confiesan que su única motivación es esta.
La situación financiera y la incertidumbre económica son los principales motivos que esgrimen aquellos que confiesan que no tienen intención de adquirir un coche en los próximos meses. Los más preocupados por los problemas económicos que vengan tras la pandemia son los franceses, los rusos, los ingleses y los estadounidenses. Las mujeres y los pertenecientes a las generaciones Y y Z también son más propensos a evitar gastar dinero en estos momentos, algo que no sorprende ya que muchos de ellos se han visto afectados en sus empleos por el coronavirus. Sin embargo, esto no significa que ningún consumidor vaya a realizar una compra como esta próximamente, si no que muchos están esperando que se mejoren las condiciones de compra como la posibilidad de tener el 0% de financiación, pagos aplazados o protección ante la posible pérdida de empleo, o descuentos importantes en los precios.
Ante esta situación la industria automovilística debería realizar una importante inversión y desarrollo en la venta online, ya que este canal será mucho más usado tras la pandemia por motivos de seguridad. Por esto, si los consumidores no pueden ir al concesionario, el concesionario debe ir a ellos. Este campo todavía está sin explotar por este sector y existe un gran margen de crecimiento como indican los datos de este estudio, ya que por ahora solo la tercera parte de los usuarios se muestran interesados en comprar a través de la web, siendo estos, en su mayoría, hombres urbanitas de menos de 40 años.