De este modo, en su espacio, aquellos que se acerquen a la feria podrán encontrar doradas y lubinas del Cabo de Gata, mejillones del Atlántico, truchas del Adriático o bacalaos de Islandia criados y preparados para el consumo en un tipo de piscifactoría que cuenta con aguas "limpias y perfectamente tratadas" y en el que no hay lugar para la comida transgénica ni para los antibióticos: "Es un producto limpio, sabes lo que has comido. Está totalmente controlado", asevera Pedro Bufí.
El propio responsable del negocio, situado en Barcelona, destaca que existe una mayor diferencia entre el pescado normal y el ecológico que entre sus homónimos cárnicos e invita a todo aquel que se aproxime a 'Ecocultura' a comprobarlo.