Aunque ellos dicen que no, ayer realizaron un acto heroicoen la ciudad de Zamora y arriesgaron su vida por salvar la de otra persona. Eldesenlace podía haber sido fatal en una zona de grandes corrientes en el ríoDuero pero por suerte todo salió bien y los agentes Navas y Montero, horasdespués de los hechos, hablan con Zamora 24 Horas para contar suexperiencia.
¿Qué se os pasó por la cabeza en un primermomento, dentro de una situación de tanta tensión?
Lo haces y no lo piensas, en esos momentosno se te pasa nada por la cabeza, simplemente actúas y cuando todo pase yapensarás. No fuimos conscientes en ningún momento en que arriesgábamos nuestravida porque es nuestra profesión y a parte de otras labores también entra la desalvar vidas y no piensas en la tuya, es tu trabajo.
Horas después, ya en frío, ¿cómo os sentís?
Tranquilos, no le damos másimportancia, ahora solo pensamos en que ha salido bien y todavía no somosconscientes de lo que ha pasado. La intentamos disuadir para que no se tirase yla intentamos agarrar pero no pudimos.
¿Cómo vivisteis ese momento?
Vi que se la llevaba la corrientey no me lo pensé, no podía dejar que esto terminase así y me lancé -señala elagente Navas-
Fue todo muy coordinado y yo, que no llevaba chalecosalvavidas pero soy buen nadador, me despojé de toda la ropa, del arma y desdeel azud me tiré al río para salvar a mi compañero y a la mujer -añade Montero-.
Nadé unos 40 metros hasta el centro del río y la corrientetiraba mucho pero intentaba que no me llevase, incluso nadé hacia abajo paraver si hacía pie pensando que habría unos tres metros de profundidad paraimpulsar a la mujer, pero no llegué y volví arriba.
¿Y cómo pasaban esos minutos en el centro delrío?
Estuvimos unos 25 minutos en el ríoy la mujer no colaboraba, estaba en estado de pánico y solo decía que se queríamorir, pesaba mucho con toda la ropa y no quería ayudar, se aquejaba de lacadera y se caía para abajo.
Ya casi no teníamos fuerzas y hay que destacar la labor querealizaron los canoistas, que eran noveles y tendrían alrededor de 16 años, sepusieron en diagonal y fueron de gran ayuda, sin ellos podríamos haber idocorriente abajo aunque uno de ellos también llegó a caer y volcó la canoa.
En definitiva, aunque no os consideréis héroes, estaréissatisfechos
Sí, estamos contentos con nuestralabor y de haber ayudado a otra persona, creo que cuando vaya pasando el tiempoya nos iremos dando cuenta de los distintos desenlaces que podría haber tenido,pero lo importante es que ha sido así y eso genera satisfacción.
Efectivamente, ellos todavía noson conscientes pero han sido los protagonistas de un admirable hecho que ya hasido reconocido por sus compañeros, y a buen seguro que también de toda lasociedad zamorana, así como de esos jóvenes canoistas que a pesar de su juventud dieron la talla y no se o pensaron dos veces a la hora de ayudar. Hacen falta más personas como ellos, desinteresados yponiendo el alma y el corazón en lo que hacen.