El mes de enero es clave para los dietistas y los gimnasios. Aunque cualquier época del año es buena para comenzar un plan de pérdida de peso, con el nuevo año aumenta la afluencia para bajar los kilos aumentados tras las ‘comilonas’ de Navidad.
Sin embargo, no todas las dietas ni todos los ejercicios son recomendables para la población en general. Así, los médicos afirman que “la diferencia entre el régimen y la dieta es que lo primero es el papel que te dan y tu cumples, y lo segundo es una forma de vida”. Por ello, las recomendaciones médicas son muy claras, “hay que comer de todo, no hay nada que adelgace y todo engorda, lo que hay que hacer es comer menores cantidades”.
Pese a que la dieta estándar es la de 1.500 calorías, siempre hay que realizar un estudio de cada paciente ya que la ingesta de calorías depende de la edad, el sexo y la actividad física que realice. Eso sí, están en todas ellas está presente el arroz, la verdura, el pollo, el pescado, la leche y otros alimentos fundamentales.
Alimentación
Los facultativos afirman que ignoramos mucho acerca de la alimentación y que existen tóxicos ocultos en los alimentos producidos por plásticos, pesticidas o herbicidas y que pueden producir por ejemplo efectos hormonales o de otra índole que hacen que la persona tienda a engordar.
Respecto a la dieta mediterránea, se considera erróneamente que es aquella en la que predominaba la carne y el pescado cuando no es cierto ya que los antepasados basaban su dieta en las legumbres, las verduras, el pan, los huevos y la leche.
El mayor problema a la hora de realizar una dieta no es perder peso, ya que es relativamente fácil, sino mantenerlo para siempre. Por ello los médicos insisten en que la dieta debe ser una forma de vida, a lo que se añade que no es fundamentalmente una cuestión de estética, sino que hay que ser consciente de los problemas que implican la obesidad.
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