Los resultados de la encuesta hecha a los docentes “ponen de manifiesto que estamos ante una situación de excesiva burocracia en los centros educativos, que hay que reducir”. La inmensa mayoría del profesorado que ha participado, concretamente el 90,4%, considera excesivo el trabajo burocrático que se desarrolla en los centros, y el 71,5% manifiesta que el profesorado no dispone de los medios y de la formación necesaria para realizar determinadas tareas burocráticas.
Otro porcentaje elevado, el 24,7%, considera que solo en algunas ocasiones dispone de formación y medios, y tan solo el 3,8% considera que dispone de las herramientas adecuadas para realizar esas tareas burocráticas. En este mismo sentido, otra vez la casi totalidad de los docentes, el 90,7%, cree que hay ‘papeleo’ o determinados trámites institucionales que se podrían simplificar, porque son demasiado complejos y difíciles de interpretar. Ante la pregunta de si es necesaria y útil toda la información que se pide en los centros, resulta muy llamativo que el 77,4% de los encuestados afirmen que no es significativa o que muchas veces resulta redundante.
Por otro lado, “un dato preocupante para nuestro sistema educativo es que el 92,6% considera que los procesos de evaluación por estándares se han convertido en pura burocracia, que socava el proceso de enseñanza-aprendizaje y condiciona la tarea del profesorado, muchas veces desvirtuando su materia”, alerta Isabel Madruga.
Sobre las posibles soluciones que pueden reducir esta carga burocrática, una gran parte del profesorado, más del 80%, cree que sería positiva la contratación de personal de Administración y Servicios en todos los centros docentes.
Las tareas administrativas y burocráticas
Entre las tareas que consideran que debería realizar personal administrativo y no el personal docente se encuentran, en primer lugar, los datos de becas y matriculación del alumnado, seguido de las tareas relacionadas con el comedor escolar, el servicio de transporte y madrugadores, con incidencia mayor en los centros de Educación Infantil, Primaria y Educación Especial. Por otro lado, casi el 90% del profesorado de la Comunidad (87,7%) considera que el programa Releo Plus debe ser llevado a cabo por personal administrativo.
Finalmente, interrogados sobre si las tareas burocráticas interfieren de alguna manera en la labor docente, el 87,3% del profesorado responde que sí. El hastío del profesorado que provocan las tareas burocráticas queda reflejado en casi el 100% de los docentes, que afirma en la encuesta que este tipo de tareas provoca desmotivación y malestar, en vez ser un apoyo a sus labores docentes.
Entre las opiniones de los encuestados, aparecen valoraciones como que “con el uso de las nuevas tecnologías, en vez de simplificarse tareas, se han duplicado, porque mucha documentación hay que enviarla en formato digital y en papel”. Otros docentes afirman que “se pide mucha información de alumnos a los centros, datos de alumnado con necesidades, etc., datos que los servicios centrales tienen a su disposición, y el personal que está en las diferentes áreas en las direcciones provinciales tienen acceso a ellos, pero que se piden curso tras curso.”
Los equipos y programas informáticos también son mencionados por los encuestados, insistiendo en que es preciso reponerlos y actualizarlos. Apuntan que programas de gestión de datos con los que se traslada información de calificaciones o el absentismo escolar, como IES Fácil o IES 2000, no funcionan debidamente o están obsoletos, lo que duplica y dificulta el trabajo de los equipos directivos y del profesorado
Algunos advierten que cada vez son mayores los ‘papeles’ y tramitaciones que se encargan a los docentes, tiempo que se deja de dedicar al aula y que no repercute en el alumnado. “Hay que hacer tareas de comedor cuando hay una empresa que cobra por ello, o está asignando al profesor la gestión y control de administración de medicamentos de los alumnos, responsabilidades que exceden el ámbito educativo”, se indica en la encuesta.
“Se están haciendo tareas del Releo Plus que, aunque se asigne un importe a quien las hace, no son propias de los centros y los centros educativos se están convirtiendo en lugares en los que hay que hay que hacer de todo menos dar clase”, señala una de las respuestas de la encuesta.
En los resultados de la encuesta queda claro que el profesorado realiza “gran parte de estas labores burocráticas excediendo su jornada laboral. El profesorado debe impartir docencia, innovar metodología, preparar reuniones de coordinación con otros docentes, atender tutorías y un largo etcétera de tareas, cuya utilidad y necesidad se pone en tela de juicio, evidenciándose que tanta burocracia no tiene un efecto directo en la mejora de la atención al alumnado. El profesor, cada vez más, se siente oficinista de la Educación”, remarca Madruga.
Para CSIF, “muchas de estas labores burocráticas esconden un interés desmesurado por las cifras y por la elaboración de estadísticas con las que nuestros políticos sacan pecho, sobrecargando al profesorado”.