La crisis sanitaria, social y económica que estamos viviendo a nivel global ponede manifiesto las carencias que sufría nuestro sistema educativo, pero queahora se hacen más evidentes. Como hemos venido denunciando desde UGT en los últimos años, los recortes y la falta de inversión en educación handebilitado un sistema público que debería ser prioritario para el país. Estamosllegando al final del primer trimestre del curso escolar sin que lasAdministraciones educativas hayan puesto en marcha los recursos necesarios que permitan compensar las carencias detectadas y permitan a los centrosafrontar con garantías los cambios que la digitalización está imponiendo en elsistema educativo.
Desde UGT, consideran que es el momento de hacer una evaluación sobre la situación digital del sistema educativo, para conocer la realidad que viven loscentros educativos y el profesorado. Así, a partir de los datos recogidos en unaencuesta digital realizada por el sindicato, y a la que han respondido casi 2.000docentes, mostramos los retos a los que han tenido que hacer frente a causade la situación extraordinaria provocada por la aparición de la COVID-19 y susconsecuencias.
Un 85% de los docentes encuestados reconoce sufrir estrés y sobrecarga detrabajo; casi un 72% reconoce como una dificultad añadida la falta de mediostanto en los centros como en las familias; más del 95% admite tener máscarga de trabajo que mediante la docencia presencial ordinaria, y casi la mitadafirma tener dificultades para llevar a cabo la conciliación familiar y laboral.
Además, casi un 60% de los participantes en la encuesta considera que sucentro se encuentra poco o nada preparado para poder impartir la docencia enmetodología online. Si a esto unimos que solo un 34,7% considera que lacalidad de la conexión a internet le permite realizar su trabajo, nosencontramos con que la mayoría de los centros educativos no disponen de losmedios técnicos suficientes para poder realizar con garantías el tipo dedocencia que la pandemia está obligando a impartir en nuestro país.
Entre los aspectos negativos, el más importante, según el 90% de losdocentes, se encuentra en la brecha digital, que está aumentando lasdiferencias entre el alumnado y, por tanto, supone una fisura en la equidad denuestro sistema educativo. Por ello, desde el Sector de Enseñanza de FeSP
UGT reclama a las diferentes Administraciones educativas que, más allá de lasimprovisaciones y las respuestas bienintencionadas, elaboren un plan acerca delimpacto que está suponiendo esta nueva modalidad de enseñanza en los centros, enel profesorado y en las familias que permita, de forma racional y eficiente, un repartode los recursos disponibles así como dotar de medios económicos y materiales a lacomunidad educativa para poder afrontar con garantías la tarea encomendada.
En cuanto a las ratios y las plantillas docentes, reclamamos la apertura de procesosnegociadores con los representantes del profesorado que permitan afrontar congarantías y de forma estable la enseñanza en cualquiera de las modalidades:presencial, semipresencial o a distancia. Esta nueva responsabilidad, en estemomento, se está afrontando con plantillas envejecidas y sobrecargadas comoconsecuencia de los numerosos recortes que hemos sufrido en los últimos tiempos,tanto a nivel estructural como en los equipos de orientación, de apoyo y de atencióna la diversidad, ámbito especialmente sensible en lo referente a la desigualdadgenerada por la modalidad online y la brecha digital.
Por último, desde UGT reivindican que en una situación tan excepcional como laque ha provocado la pandemia por COVID-19, la escuela pública debe garantizar laequidad y la calidad de la enseñanza. No podemos permitir que la brecha social y elreparto desigual de los recursos creen aún más distancia entre el alumnado másdesfavorecido. Tanto el Gobierno como las Administraciones educativas debenproporcionar los recursos materiales y humanos a la educación para no dejar a nadiefuera del sistema.