La consejera de Empleo e Industria, Ana Carlota Amigo, ha inaugurado esta mañana, junto al presidente del CES, Enrique Cabero, el Seminario 'Veinticinco años de solución autónoma de conflictos laborales', donde se analiza la evolución del sistema de solución autónoma y extrajudicial de conflictos laborales, tanto a nivel estatal como autonómico. La consejera ha defendido que estos 25 años de mediación han contribuido a consolidar la cultura del acuerdo, el dialogo y la corresponsabilidad en las relaciones laborales, un hecho que debe facilitar los acuerdos de negociación colectiva que se necesitan en estos momentos para superar la crisis económica y de empleo que estamos sufriendo.
Para la consejera, el Acuerdo sobre Solución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ASEC) sirvió para fortalecer la negociación colectiva, ya que las partes, además de fijar las normas que regulaban las relaciones laborales mediante los correspondientes acuerdos de convenio colectivo, daban un paso más estableciendo un sistema propio para resolver las discrepancias en la aplicación de esas normas. Amigo ha defendido aquellos acuerdos como fruto de la madurez en las relaciones entre sindicatos y empresarios, conscientes de que el diálogo, el consenso y la concertación son mucho más eficaces que la presión y la confrontación. En esa madurez se ha profundizado a lo largo de estos años consolidándose la cultura del dialogo y del acuerdo en las relaciones laborales; algo especialmente necesario en el momento actual.
En este sentido, la consejera ha invitado a patronal y sindicatos a profundizar en esa actitud alcanzando acuerdos colectivos que contribuyan, desde la corresponsabilidad y desde la responsabilidad social, a superar los retos de modernización y adaptación de nuestro tejido productivo. Nada ni nadie va a salir indemne de esta pandemia - ha señalado la consejera- tampoco las relaciones laborales. Hay un nuevo camino que recorrer, y ese recorrido será mucho más sencillo y mucho más rápido, si empresarios y trabajadores son capaces de transitarlo en sintonía.
Por ello, ha concluido, más allá de la medición y de la resolución de conflictos laborales colectivos, una tarea que habrá que seguir atendiendo, la nueva coyuntura laboral tiene nuevas exigencias y nuevas necesidades. Requiere de un gran pacto social para hacer confluir los intereses comunes de empresarios y trabajadores, plasmándolos en acuerdos colectivos que contribuyan a superar la crisis, a crear empleo, a mejorar la competitividad de las empresas y a modernizar nuestro tejido productivo.