El Vía Crucis ya tiene nuevo presidente. Después de casi dos décadas con Pedro García al frente, este sábado se celebraban unas elecciones en las que el sempiterno dirigente decidía echarse un lado y dejar paso a dos candidaturas que durante semanas atrás han librado una lucha por hacerse con el control de la cofradía.
Fueron 331 hermanos los que acudieron a votar. De ellos, 166 depositaron su confianza en Emilio Ferrero, 155 en Blas Leal, 6 votos estaban en blanco y 4 se consideraron nulos. Durante todo el recuento la igualdad fue máxima, y solo en la recta final Ferrero se distanció ligeramente de su oponente.
Una vez que el capellán de la cofradía ofrecía los datos de manera oficial, Blas Leal daba la enhorabuena de forma pública a su oponente y deseaba un buen desarrollo de su cargo por el bien de la cofradía. En ese sentido, Emilio Ferrero agradecía la confianza de la mayoría simple de los votantes y se comprometía a “hacer cofradía todos unidos”.
Se abre un nuevo ciclo en el Vía Crucis después de diecisiete años. Pedro García ya es historia de la cofradía. Emilio Ferrero y su equipo toman las riendas.