Elena Laguno, presidenta del Colegio de Veterinarios de Zamora: "Es la profesión con mayor tasa de suicidios"

Tras tomar posesión de su cargo como nueva presidenta del Colegio de Veterinarios de Zamora el pasado mes de julio, Elena Laguno se ha mostrado "muy ilusionada" ante este nuevo reto. Un reto que, por otra parte, no es fácil, pues sube a lo más alto de la cúpula directiva tras más de dos décadas con Victorio Lobo al frente de la institución. "El hecho de que Victorio haya estado veinte años al frente de este cargo ha dejado el listón muy alto", comentaba y añadía que "cada vez están más en boga todos los problemas de los ganaderos y veterinarios, y eso nos atañe a los veterinarios, por lo que todo lo que podamos ayudar se convierte en otro reto".

"Vamos a seguir en la línea de lo que se ha venido haciendo todos estos años", anunciaba, y matizaba que "vamos a seguir manteniendo todos los lazos de unión con todos los representantes de las ganaderías para escuchar sus problemas y acercarnos a ellos para ver cómo podemos ayudarles". Insistía Elena Laguno en que "a nivel legislativo llega un punto en el que no podemos hacer nada más, pero sí brindarles una puerta para que podamos hablar y ver qué podemos hacer". 

La nueva presidenta de la institución es plena conocedora de su funcionamiento y todos sus entresijos, pues llevaba más de una década formando parte de ella, a excepción de cuatro años que fue residente en Inglaterra, según ella misma ha explicado. "Tienes que sentir muy de cerca la profesión para elegir este puesto, porque no está remunerado, y hoy en día no todo el mundo está dispuesto a hacerlo", explicaba Laguno sobre una decisión que tomó con base en su vocación como veterinaria. "Una cosa es ser millonario en dinero y otra cosa es ser millonario en tiempo, y ahora se valora más esto segundo", comentaba y matizaba que "ahora la mayoría de gente prefiere estar de ocho a tres y después tener la tarde libre, pero yo hago esto y lo trabajo con gusto".

Uno de los grandes problemas del sector en la provincia, señalan, es la falta de veterinarios que elijan las zonas rurales de Zamora. "Cuando los alumnos acaban, no quieren ser veterinarios de campo", lamentaba y añadía que "la mayor tasa de suicidios por profesiones es la de veterinaria". "Todo el nivel de trabajo, las urgencias, el cliente que quiere que el veterinario sea dios, el daño que hacen las redes sociales, todo eso hace mucho daño", apuntaba.