Las diferencias de precios entre las cadenas más baratas y las más caras oscilan entre un 15 y un 20% según el tipo de carburante, según un estudio realizado por Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). EL informe desvela que para un vehículo que recorre unos 20.000 kilómetros al año y consume unos 7 litros a los 100 kilómetros, repostar habitualmente en una gasolinera de una cadena con buenos precios puede suponer un ahorro anual de 237 para gasolina 95, de 240 para el diésel, 274 euros para el diésel mejorado y 330 euros para gasolina 98.
En el caso del combustible GLP (Gas Licuado del Petróleo), los ahorros son mucho menores que en los demás carburantes, unos 87 euros, ya que la posibilidad de ahorro entre diferentes cadenas es como mucho del 9%.
Así se desprende del estudio realizado por la OCU entre más de 9.700 estaciones de servicio y en el que se han manejado más de 1,6 millones de precios, con el fin de conocer cómo varían los precios según cada comunidad autónoma.
El estudio hace referencia a los resultados en relación con el diésel por ser el carburante más vendido y demuestra cómo, en comparación con el mismo estudio realizado por OCU en 2012, las diferencias de precios entre gasolineras de una misma ciudad han aumentado considerablemente durante este período.
Desde que en 2013 se eliminaron muchos de los obstáculos que existían para la instalación de nuevas gasolineras, la tipología de estaciones en la actualidad es mucho más variada. Para OCU, el consumidor se ha visto beneficiado de un mayor grado de competencia, que ha llegado fundamentalmente gracias a la expansión de las gasolineras low-cost y de supermercados.
El “céntimo sanitario” marca la diferencia
Según OCU, existen dos factores principales que influyen en el precio final del carburante y que marcan que estos sean diferentes entre unas provincias y otras. Por un lado, el hecho de que en esa provincia se aplique el tramo autonómico del Impuesto de Hidrocarburos (más conocido como “céntimo sanitario”) y la cuantía en la que se aplica.
De este modo, las provincias sin este impuesto tienen los niveles de precios más bajos. Tras ellas, las provincias donde este gravamen se aplica en parte (casos de Aragón, Madrid, Extremadura o Asturias) y, por último, aquellas donde el tramo autonómico se aplica en su importe máximo (4,8 céntimos por litro, más IVA).
En ese sentido, OCU considera que la propuesta del Gobierno de acabar con las diferencias en la aplicación del tramo autonómico entre comunidades autónomas eliminaría las diferencias de precios motivadas por este factor. Sin embargo, supondría un aumento considerable en los precios de los carburantes en aquellas comunidades que actualmente no lo están aplicando (hasta casi 6 céntimos por litro).
El segundo factor, aunque más sutil, está relacionado con la tipología de las estaciones de servicio de la provincia. Cuanto mayor es el porcentaje que representan las gasolineras de grandes compañías, su índice tiende a ser mayor. Por el contrario, aquellas que cuentan con más gasolineras low cost desatendidas, de supermercado o independientes, cuentan con un índice de precios más bajo.
¿En qué provincias es más caro y más barato repostar?
Según OCU, y teniendo en cuenta este segundo factor, entre las provincias en las que resulta más barato repostar carburante se encuentran Valencia o Badajoz, por la escasa presencia de grandes compañías, así como Lérida, Almería o Murcia, con gran número de gasolineras independientes.
Por su parte, Lugo, Orense, Pontevedra y las Islas Baleares son provincias con importante presencia de gasolineras que pertenecen a los tres principales operadores y, además, en ellas se aplica el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos en su integridad. Por eso, junto con La Coruña, obtienen los índices más altos de precios del país.
En general, las provincias gallegas, Asturias, Islas Baleares y algunas de Castilla- La Mancha son las más caras de España. Además, en estas provincias las posibilidades de ahorro para el consumidor son menores, por haber menos presencia de gasolineras de bajo coste. Por el contrario, las provincias de Castilla y León, La Rioja y Navarra destacan por sus bajos nieves de precios.
En Canarias, Ceuta y Melilla, las ventajas fiscales se traducen en unos precios más bajos en que la Península y Baleares. Sin embargo, tiende a existir menos competencia entre gasolineras y, por tanto, las diferencias de precio son más reducidas.
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