Las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas bajaron en Castilla y León un relevante 33 por ciento durante el año 2023, al pasar de las 390 contabilizadas en 2021 a las 261 realizadas el ejercicio pasado, según los datos publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y recogidos por la Agencia Ical. La caída de las ejecuciones hipotecarias en Castilla y León está por encima del descenso experimentado a nivel nacional, del 23,8 por ciento, al pasar de las 17.132 a las 13.053 de 2023.
De las 261 viviendas con ejecución hipotecaria en la Comunidad, 26 eran nuevas y 235 de segunda mano, mientras que 208 estaban en manos de particulares y 53 eran propiedad de entidades jurídicas. Además de las viviendas, se ejecutaron en Castilla y León seis solares urbanos, 193 fincas de otra naturaleza urbana y 34 fincas rústicas cuantificadas, hasta un total de 494 ejecuciones hipotecarias.
Las comunidades con mayor número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias sobre viviendas en 2023 fueron Andalucía (3.436), Cataluña (2.713) y Comunidad Valenciana (2.503). Por su parte, Navarra (55), Cantabria (88) y La Rioja (98) fueron las regiones que registraron un menor número de ejecuciones.
Por provincias, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas subieron en Ávila un 47,2 por ciento, hasta totalizar 53 expedientes, y en Palencia, un 26,6 por ciento, con 19 casos. Por contra, descendieron de forma notable en Segovia, un 71,7 por ciento (15 viviendas), en Salamanca, un 58,1 por ciento (23), en Burgos, un 44,4 por ciento (30), en León, un 38,1 por ciento, con 60 viviendas, y en Valladolid, un 34,6 por ciento (34). Y de forma ligeramente más moderada, en Soria, un 14,2 por ciento, con seis expedientes. Por contra, en Zamora se mantuvieron en 21, las mismas que en 2022.
En lo referente al cuarto trimestre, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas se redujeron un 18,4 por ciento en Castilla y León, en comparación con el mismo periodo de 2021, al pasar de 87 a 71. El porcentaje fue idéntico al del conjunto del país, al pasar de las 4.139 del cuarto trimestre de 2022 a las 3.377.
De las 71 viviendas hipotecadas en la Comunidad, seis eran nuevas y 65 de segunda mano, mientras que 54 pertenecían a particulares y 17 eran propiedad de entidades jurídicas. Además de las viviendas, se ejecutaron en Castilla y León en ese periodo un total de tres solares urbanos, otras 68 fincas de naturaleza urbana y siete rústicas, que sumaron un total de 149.