Chelo Salazar lleva toda la vida ligada al trabajo de una forma u otra. Desde pequeña ha ayudado desde casa en la empresa familiar, enfocada al comercio, pero a sus 18 años decidió emprender su camino en una líneas más enfocada a la estética y comenzó a cursar sus estudios en el Grado Medio de Peluquería, aunque asegura, preferiría emprender su camino laboral en el comercio.
Una experiencia que le llevó a hacer prácticas en este ámbito en una peluquería de la capital de la que fue despedida por ser gitana. Un despido en el que la explicaciones que le dieron a la joven fueron "que la jefa no se encontraba en el lugar pero veía por las cámaras que no hacía nada, que no servía además de ser así", haciendo referencia a su etnia gitana, tal y como ha asegurado la joven.
Es por ello, que cuando Chelo Salazar conoció por el Secretariado Gitano, la posibilidad de realizar este curso, lo vio claro y decidió comenzar su formación enfocada de nuevo al comercio. Una oportunidad que no quiso desperdiciar por "la posibilidad de conocer otros mundos y la urgente necesidad de trabajar", aseguraba minutos antes de recoger su diploma acreditativo junto a sus compañeros.
Más de una decena de jóvenes que han compartido más de 160 horas formativas y que han contado con la posibilidad de realizar prácticas. Una opción que desde la consejería de Empleo de la Junta de Castilla y León y el Secretariado Gitano de Zamora valoran muy positivamente como una puerta abierta a poder establecerse laboralmente en las empresas en las que se han realizado las prácticas.
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