Las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Duero no fallaron. Se esperaba que el máximo caudal del Duero a su paso por la capital zamorana se diera esta madrugada de lunes a martes y efectivamente así sucedió. A las cinco de la madrugada se alcanzaba el caudal punta con un 1.088,80 metros cúbicos por segundo. Fue el máximo que alcanzó el Duero, con un nivel de 2,39 metros. Se trata de un importante registro, pero que está lejos del histórico, que es de 1567.94 m3/s.
Desde esas cinco de la madrugada, el caudal empieza a descender muy lentamente, aunque el nivel se mantiene, por lo que las estampas de zonas anegadas permanecen en la capital zamorana. Y permanecerán seguramente durante toda la jornada.
El restaurante de Los Pelambres recibió el agua prácticamente al pie de sus escalerillas de acceso. Toda la zona de esparcimiento de este lugar quedó tragada por las aguas. Igualmente, los paseos ribereños con cotas más bajas también se ocultaron por debajo de la masa líquida. Además, el restaurante Las Aceñas vio cómo su terraza era anegada.
Otra imagen llamativa era ver el agua ascender por las rampas de acceso a la parte inferior del puente de piedra en la margen derecha, donde habitualmente se puede transitar por el último ojo, pero que en este caso ha quedado completamente taponado por el agua. En este sentido, los patos ocupaban durante las últimas horas los caminos habitualmente dirigidos a los paseantes.
Se espera que la situación vaya tendiendo a la normalidad. De hecho, a partir de las ocho y media de la mañana, la CHD ya informaba que la tendencia del caudal y del nivel empezaba a ser descendente.