Pero, ¿de dónde viene esta tradición? Cuenta la leyenda que un hombre viudo, enajenado, donó todo su haber con motivo de la pérdida de su amada. Así, él y sus hijas se sumieron en una profunda pobreza... Sus hijas, en edad casadera encontraron un pretendiente cada una pero a pesar de lo enamoradas que estaban, sin dote, nada que hacer... por lo que las bodas no se podían celebrar.
La triste historia llegó a oídos de Papá Noel y aquella noche se acercó hasta la chimenea de la casa del viudo. Papá Noel o Santa Claus dejó caer 3 monedas de oro -una para cada una- y estas cayeron en los calcetines de las doncellas que habían lavado sus calcetines y los habían puesto a secar al calor del fuego.
A la mañana siguiente, al despertar las prometidas se encontraron con aquel regalo que conseguía ser la dote suficiente para ser desposadas... A día de hoy, los calcetines se han convertido en un elemento imprescindible en nuestro looks y son muchas firmas las que han sucumbido y dado rienda suelta a la imaginación para que, esa prenda que antes se ocultaba y que se remendaba por delante y por detrás haya adquirido un protagonismo que nunca hubiera imaginado...