UGT y Comisiones Obreras celebran este 2020 el Día del Trabajador en tiempos de confinamiento motivado por el coronavirus. por primera vez en décadas las reivindicación no estará en las calles, pero sí de forma virtual. La secretarioa general de CC.OO, Trinidad Acebes, y el secretario general de UGT, Ángel del Carmen, ha presentado las principales reivindicaciones de este Primero de Mayo, condicionadas por la situación de la pandemia.
Conscientes de que este es un Primero de Mayo especial, atrapados por el coronavirus y el confinamiento, sin manifestaciones en las calles y sin actos públicos, harán de la movilización de las ideas en centros de trabajo, medios de comunicación y redes sociales sus principales manifestaciones.
Reivindican un nuevo modelo económico y social cuya prioridad sean los derechos y el bienestar de las personas. El trabajo como principal factor de cohesión social, ejemplarizado en este tiempo por las trabajadoras y trabajadores de los sectores esenciales y de los servicios públicos, de manera singular por todo el personal sanitario s condiciones de trabajo dignas y salarios suficientes, y denunciamos las reformas que se hicieron para devaluar y precarizar el empleo.
Asimismo reivindican el papel de la mujer trabajadora en una sociedad más igualitaria y justa. Muchos de los sectores laborales que hoy están salvando vidas, facilitándonos la provisión de alimentos o evitando que se extienda la pandemia, son sectores feminizados, en los que muchas de estas trabajadoras no llegan ni a mileuristas.
"Que las políticas públicas (y también privadas) atiendan sobre todo a las personas y sectores más vulnerables. En este sentido, hay que poner en marcha cuanto antes un Ingreso Mínimo Vital coordinado con nuestra Renta Garantizada de Ciudadanía", además de un Pacto de Estado y de Comunidad para combatir el COVID19 y reconstruir la estructura económica y productiva, garantizando que no dejamos a nadie atrás. Sindicatos y organizaciones empresariales estamos llamados a jugar un papel determinante en este proceso.
Ponen sobre la mesa además, "una fiscalidad más justa y progresiva, con una modulación coyuntural y con aportaciones excepcionales en estos precisos momentos, que garantice, por un lado, unos servicios públicos de calidad para asegurar derechos básicos a las personas y una ecuánime distribución de la riqueza y de las oportunidades, y que, por otro, disponga recursos tanto para la lucha contra la despoblación y los desequilibrios territoriales como para la protección económica y social de los colectivos más vulnerables".