Esta celebración está en consonancia con la Declaración Europea sobre la Epilepsia, que pretende mejorar la información de la sociedad respecto a esta enfermedad, integrar al paciente epiléptico en la vida social y laboral, ayudar a estas personas y a sus familiares para que su tratamiento sea el apropiado y alcanzar una buena calidad de vida.
¿Qué es la epilepsia?
La epilepsia es una enfermedad crónica del sistema nervioso central en la que se ve alterada la función de las células (neuronas) que forman el sistema nervioso. Éstas envían señales anómalas a otras neuronas y músculos lo que puede provocar sensaciones, emociones y comportamientos extraños, como espasmos musculares y pérdida del conocimiento. Estas alteraciones se manifiestan en forma de crisis que son fenómenos bruscos, transitorios e imprevisibles como convulsiones, pérdida de conocimiento, espasmos musculares o estados de confusión.
¿Por qué se produce?
La causa que la produce se desconoce en muchos casos y en otras ocasiones puede estar originada por algunas enfermedades, lesiones cerebrales o el desarrollo cerebral alterado.
¿A quién afecta?
Esta enfermedad neurológica puede afectar a personas de cualquier edad, sexo, raza, clase social o país, siendo una de las enfermedades neurológicas más frecuentes.
A nivel mundial, se estima que 50 millones de personas padecen epilepsia, de ellas 6 millones estarían en Europa. El 85% de los epilépticos viven en países en vías de desarrollo.
Según un estudio de la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas, se estima que en España padecen epilepsia alrededor de 400.000 pacientes. Según esta misma fuente, la incidencia anual de epilepsia es de 31 a 57 casos nuevos por cada 100.000 habitantes (entre 12.400 y 22.000 casos nuevos cada año en España), siendo esta incidencia superior en niños entre 6 y 14 años (incidencia de 3,7 por 1.000 habitantes), adolescentes y ancianos (en las edades por encima de 60 años la incidencia se sitúa en torno a 134 por 100.000 habitantes).
¿Cómo se trata?
El tratamiento de la epilepsia consiste en:
-La utilización de medicamentos que disminuyen la irritabilidad de las neuronas, con el objetivo de reducir el riesgo de crisis.
-Cuando no es posible controlar las crisis con medicación existe la posibilidad, en algunos casos, de aplicar tratamiento quirúrgico.
-Además, es importante que estas personas sigan hábitos de vida sanos, especialmente dirigidos a evitar la estimulación del sistema nervioso, como dormir las horas necesarias y evitar el alcohol y las drogas.
Cuando se consigue un buen diagnóstico y un tratamiento adecuado estas personas pueden llevar una vida normal sin restricciones sociales ni laborales más allá de las limitaciones a las actividades de riesgo. No afecta a la capacidad intelectual.
Con el tratamiento adecuado, un porcentaje elevado de pacientes consiguen no tener crisis e, incluso, transcurridos unos años suspender el tratamiento farmacológico.
Es importante que estos enfermos y su familia estén bien informados acerca de esta enfermedad, del tratamiento que debe seguir y del comportamiento ante las crisis, evitando la sobreprotección a los niños o la limitación de la vida social y laboral a las personas adultas.
La epilepsia y el Covid-19
Debido a la pandemia de Covid-19 que vivimos, desde Epilepsy Foundation han realizado una guía para indicar cómo interactúa el coronavirus con la epilepsia, y así responder a las dudas más pertinentes de las personas que padecen esta enfermedad crónica.
1 - ¿Las personas con epilepsia tienen un mayor riesgo de padecer el coronavirus? No aumenta el riesgo del coronavirus y no aumenta la gravedad del coronavirus.
2 - ¿El uso de medicamentos anticonvulsivos aumenta el riesgo de infección por el coronavirus? No hay evidencia de que el uso de medicamentos anticonvulsivos (también llamados medicamentos antiepilépticos) aumente el riesgo de infección por el coronavirus, la excepción son ACTH, esteroides, everolimus e inmunoterapias.
3 - ¿Son las crisis epilépticas un síntoma del Covid-19? Las crisis epilépticas no son un síntoma del COVID-19. Quizás en la etapa final de la enfermedad del COVID19 grave, puede ocurrir daño a otros órganos del cuerpo, incluido daño cerebral. Esto sucede con otras infecciones respiratorias también. En estas circunstancias, podrían producirse crisis epilépticas con el COVID-19 en una persona sin epilepsia.
4 - ¿Pueden aumentar las convulsiones si una persona contra el coronavirus? Cuando una persona con epilepsia se enferma con otra enfermedad, especialmente con fiebre, puede ver un cambio o un aumento en sus crisis epilépticas. La enfermedad es un estresor físico y emocional para el cuerpo que podría hacer que las crisis epilépticas sean más probables. Lo mismo sucede si alguien está enfermo con el COVID-19. Sin embargo, la información temprana de los países donde se han producido brotes sugiere que el riesgo de empeorar las crisis epilépticas con el COVID-19 parece bajo para la mayoría de las personas con epilepsia.
5 - ¿Puede el Covid-19 aumentar el riesgo de muerte súbita inesperada en la epilepsia (SUDEP) en una persona con epilepsia? Hasta donde sabemos, no hay evidencia creíble de que el COVID-19 aumente el riesgo de muerte súbita inesperada en la epilepsia (SUDEP). Sin embargo, independientemente de si una persona tiene epilepsia o no, el COVID-19 lleva un riesgo de complicaciones e incluso la muerte. Las personas deben hacer todo lo posible para no verse expuestas al virus y tienen que prestar atención al control de las crisis epilépticas.