Este miércoles se celebra el Día Mundial de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, que afecta a casi tres millones de españoles, una afección irreversible que cursa de forma progresiva y causa más de 15.000 muertes solo en el país.
Así, con motivo de la celebración, Novartis pone de relieve la importancia del cuidado de la salud respiratoria y el abandono del tabaco, así como la necesidad de un seguimiento médico continuado que garantice un diagnóstico precoz.
La enfermedad está caracterizada por la obstrucción del flujo aéreo, y sus signos y síntomas, de carácter progresivo, impactan fuertemente en la calidad de vida de quienes la sufren, limitando la movilidad y el normal desarrollo de las actividades cotidianas.
De esta manera, los especialistas recuerdan que es importante realizar visitas periódicas al médico para observar y diagnosticar los síntomas de la EPOC de forma temprana. Así, explican que “realizarse una espirometría de forma anual, debería ser una medida tan común como controlar los niveles de colesterol o de glucemia. Nuestros pulmones son tan importantes como el corazón o el cerebro. Y un dato para el optimismo: podemos aportar soluciones para mejorar la vida de nuestros pacientes”.
Además de tratar y controlar la enfermedad, otra de las ventajas del diagnóstico precoz es que “nos permite intervenir de forma temprana y controlar también la aparición de las temidas comorbilidades y complicaciones, que son fundamentalmente de índole cardiovascular. Tiene también relevancia la presencia de ansiedad y depresión, probablemente relacionadas con el impacto de los síntomas en la vida de los pacientes”, determina la experta.
Un desconocimiento potencialmente mortal
El desconocimiento de la EPOC por parte de la población general, unido al infradiagnóstico que arroja la enfermedad, resulta preocupante, ya que se trata de una afección grave y potencialmente mortal que en España provoca más de 15.000 muertes anuales y que a nivel mundial se postula como la tercera causa más frecuente de mortalidad. En este sentido, prevenir y controlar las agudizaciones es esencial. Este agravamiento constituye el motivo más frecuente de visitas médicas, así como de consultas a urgencias e ingresos hospitalarios.
Abandonar el tabaco, el primer paso para plantar cara a la EPOC
El principal factor de riesgo a la hora de desarrollar EPOC es el tabaco, tal y como respaldan los expertos. “A partir de los 35-40 años de edad y tras haber fumado unos años se comienza a desarrollar la EPOC en un 20% de fumadores susceptibles. Existen otros factores asociados relacionados con la EPOC, como es la exposición pasiva al tabaco en, por ejemplo, el ámbito familiar. En este contexto niños y adolescentes sufren una reducción de su capacidad respiratoria que les hará más susceptibles a desarrollar la enfermedad en el futuro”. En este sentido, continúa, “la concienciación de la gente del efecto perjudicial del tabaco y las medidas de control ambiental con la prohibición de fumar en sitios públicos ha sido un gran paso que ha permitido reducir la prevalencia del tabaquismo en la sociedad”.
Aunque tradicionalmente los hombres han fumado siempre más que las mujeres, este indicador está cambiando. El experto enfatiza que “aunque los hombres sufren la EPOC en mayor proporción que las mujeres, esta diferencia está disminuyendo con la incorporación de ellas al tabaquismo. De hecho, se prevé que en el futuro pueda llegar a ser mayor la prevalencia de la EPOC en mujeres que en hombres, como ya ocurre en algunos países desarrollados, al ser el género femenino más susceptible al efecto pernicioso del tabaco sobre el pulmón”.
Pulmones libres de EPOC
"Medidas generales como la actividad física regular y una nutrición adecuada” pueden mejorar la situación de los pacientes con EPOC. Además, los expertos recuerdan que “se recomienda vacunación antigripal anual y antineumocócica para evitar neumonías”.
En el apartado de tratamientos, indican que los profesionales sanitarios cuentan con “un amplio abanico de fármacos para ser inhalados, con diversos dispositivos cada vez más eficientes y seguros. La base del tratamiento son los broncodilatadores de larga duración de mantenimiento, pudiendo asociar en ocasiones antiinflamatorios, ya sea también inhalados como los corticoides, u otros antiinflamatorios orales”. En este plano, finalizan en clave positiva, “los pacientes con EPOC cada vez viven más años, con mejor situación clínica y con menor necesidad de ingresos hospitalarios, fruto de un tratamiento cada vez más efectivo”.