La deuda bancaria del Ayuntamiento de Zamora pasará de los 12,3 millones actuales a apenas 5,7 en un plazo de un mes. Si se cumplen las previsiones, la institución municipal abonará 5,4 millones de euros a Caja Rural y cerca de 1,3 al Banco Sabadell para amortizar sus cuentas pendientes con las entidades financieras en la medida que lo exige la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración.
En concreto, lo que indica la norma es que los ayuntamientos con superávit están obligados a destinar un porcentaje de ese remanente a disminuir su deuda bancaria, mientras que el resto podrán utilizarlo para llevar a cabo inversiones sostenibles. Hace meses que el equipo de gobierno anunció lo que pretendía hacer con el dinero sobrante del 2015, pero no ha sido hasta este martes cuando el propio Francisco Guarido ha aclarado cuándo y en qué préstamos concretos se acometerá el pago a las entidades financieras.
En ese sentido, Guarido ha celebrado que el Ayuntamiento de Zamora tendrá, a partir de julio, "una deuda muy baja", lo que le permitirá "pagar menos en intereses" y mantener "una situación económica aceptablemente buena".
En todo caso, el alcalde ha lamentado que la normativa nacional obligue a los ayuntamientos a destinar el dinero del superávit en la amortización de un porcentaje de su deuda: "Se hace así por imposición del gobierno de Rajoy. Los alcaldes, incluso los del PP, reclaman que se deje gastar esa cantidad en lo que se quiera. El déficit está principalmente en el Estado y en las Comunidades Autónomas", ha aseverado Guarido, que ha confirmado que, al cierre del ejercicio 2016, la institución municipal deberá a los bancos menos de cinco millones.