Como en todas las enfermedades, detectarla a tiempo siempre es importante para su posterior tratamiento y esto es algo que preocupa en estos casos, más aún cuando el VIH no tenga por qué tornarse en sida. El tiempo apremia para que la enfermedad se pueda estabilizar y para que no se pueda contagiar. “Hay un diagnóstico tardío importante y plantea muchos problemas porque el sistema inmunológico se deteriora y porque una persona que no lo sabe, no toma las mismas medidas. Quien lo está expandiendo es porque no lo sabe”, confirman desde el Comité Antisida.

Además, recuerdan que ya solo la propia medicación reduce sustancialmente la posibilidad de propagación, sin más medidas preventivas. Además, es importante conocer que en los primeros tres meses es cuando la carga viral se expande por todo el cuerpo hasta llegar a los dos o tres millones de copias de virus por cada mililitro por lo que la posibilidad de contagio es muy grande. Posteriormente ya van descendiendo aunque a partir de los cinco o seis años, el sistema inmunológico ya está muy dañado. Por ello, por estos dos aspectos, la detección es primordial. 

Datos

Según datos de la Consejería de Sanidad de la Junta de Castilla y León, para analizar la precocidad o tardanza en el momento del diagnóstico se utilizan los criterios del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, que considera un diagnóstico precoz de VIH aquel que se produce al menos un año antes del diagnóstico del sida y tardío los que se produzcan posteriormente. 

Así, el porcentaje de casos de sida con un diagnóstico tardío de infección de VIH ha seguido una tendencia creciente en los últimos años. En 1994, por ejemplo, este se situaba en un 27,02%, mientras que en 2004 en Castilla y León se situaba en el 29,58%. El aumento ya fue significativo en 2014, con un 63,64% de los casos de personas que llevaban de media unos diez años infectados sin conocer este hecho. 

Esto indica que más de la mitad fueron detectados portadores de VIH y, a la vez, afectados por sida, por lo que todas estas personas no pudieron beneficiarse de los tratamientos actuales y las ventajas del diagnóstico precoz en términos de ganancia de calidad de vida. En 2015, último año del que se tienen datos, es cierto, el número descendió hasta el 55,5%, lo que sigue siendo muy elevado. 

Respecto al grupo de riesgo y en el total de los casos, el 62,55% cuyo comportamiento de riesgos son relaciones sexuales entre hombres se les diagnostica a la vez VIH y sida, mientras que para las relaciones heterosexuales baja mínimamente hasta el 59,14%. Por su parte, si el grupo de riesgo procede de las drogas, ‘solo’ ocurre en un 35% de los casos. 

Prevención

La información sobre el VIH ya ha sido muy extendida desde la epidemia que hubo a causa de la droga. Sin embargo, la información no cambia las conductas, principalmente en las edades más jóvenes. “Todo el mundo sabe que debe utilizar preservativo pero hay otros factores que priman más”, recuerdan desde el Comité Antisida. “La gente que no vivió la eclosión en los 80 dice que es una enfermedad de viejos”. 

Cabe recordar, además, que aparte de compartir jeringuillas, objetos punzantes y otros utensilios que entren en contacto con fluidos corporales, el sexo con penetración es la principal causa de infección por VIH en los últimos años. Este es especialmente peligroso si es anal en el que el riesgo es equiparable a compartir las jeringuillas. El sexo oral, por otro lado, es otra causa, esta menos conocida, aunque la probabilidad es inferior. De todas maneras, la recomendación sanitaria es hacerlo también con prevenciones como anticonceptivos. “Otra pauta importante es lavarse la boca antes y después y enjuagarse con un Oraldine. Con eso es casi imposible siempre que no se ingiera”, comentan. 

Ciencia

Más allá de la propia prevención, la ciencia sigue también avanzando. La investigación representa un papel esencial para la erradicación del sida, como así lo refleja la mejora en la calidad de vida de las personas infectadas por el virus. Sin embargo, siguen existiendo diversos problemas como es el buscar el embarazo dentro de una pareja heterosexual por la posibilidad de contagio.

Frente a ello, ha cobrado especial relevancia programas como el desarrollado por las cínicas IVI, que desde hace ya más de una década ha conseguido que los niños con progenitores seropositivos nazcan libres de la enfermedad mediante la reproducción asistida. “Gracias a la mejora en el desarrollo de los tratamientos antirretrovirales y de las técnicas de reproducción asistida, las parejas serodiscordantes donde el hombre está infectado de VIH, pueden cumplir el sueño de ser padres de forma segura para la pareja y su descendencia”, comenta la doctora Rocío Rivera, directora del Laboratorio de Andrología de IVI Valencia.

Mientras, el tratamiento de reproducción asistida, en el caso de que sea la mujer la portadora del virus, no difiere en exceso del que se aplica en el caso de una mujer libre de éste, basándose en un control inmunológico de la paciente y que el tratamiento se realice cuando la carga viral sea muy baja o indetectable. “Hay que tener un especial cuidado y control de la infección en el tercer trimestre del embarazo y en el parto, aunque cada vez, gracias a los tratamientos antirretrovirales la probabilidad de contagio es menor. Gracias a las nuevas técnicas desarrolladas en IVI hemos ayudado a que parejas con enfermedades transmisibles hereditarias puedan formar una familia. Algo que antes parecía totalmente imposible, podemos considerarlo ahora como un hito para la normalización de la enfermedad”, comenta el ginecólogo José Bellver.

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