El 40% de los españoles visita al menos una vez al año el dentista, pero cada año aumentan las reclamaciones dentales. Las estimaciones de www.reclamador.es apuntan a que este año se batirá un nuevo récord después de que en los últimos cinco años hayan aumentado un 30% las denuncias.
El 70% de las reclamaciones dentales se presentan por motivos clínicos y, en muchos de estos casos, se puede tratar de una negligencia con las consiguientes consecuencias físicas, psicológicas y económicas que incidencias de este tipo acarrean para los pacientes. Desde el punto de vista sanitario, las secuelas van desde un agravamiento de la enfermedad hasta lesiones permanentes.
El número de reclamaciones crece especialmente entre las clínicas de cadenas dentales (franquicias y de aseguradoras). Atienden al triple de pacientes que una clínica tradicional pero acumulan más del 70% del total de reclamaciones, con una media de diez por centro al año, según reclamador.es. En las clínicas privadas tradicionales el ratio está por debajo de media de una reclamación por centro al año.
El importe medio gastado en el dentista por los consumidores el año pasado fue de 610 euros. El importe más elevado gastado en tratamientos dentales correspondió a los tratamientos de implantología, con aproximadamente 1.900 euros por consumidor, más del doble de lo gastado el año anterior.
La gran mayoría de los afectados, un 70%, presenta reclamaciones por motivos clínicos, un 10% de ellos lo hace por motivos económicos y un 8% por motivos administrativos. En cuanto a los tratamientos clínicos, las patologías más denunciadas, son los implantes. Estos representan el 30% de estas reclamaciones, seguido de los tratamientos con prótesis, ortodoncias, endodoncias, odontologías conservadoras (reconstrucción dental, empastes….) y cirugía, según el informe del Consejo General de Dentistas de España.
¿Quién puede reclamar y cómo?
Toda persona que considere que un profesional de la salud dental ha actuado mal y como consecuencia de este hecho, la víctima haya sufrido un daño físico o psicológico, afectando negativamente a la salud de la misma.
El afectado debe reclamar ante la justicia. Se trata de un proceso complicado para hacerlo de manera individual, y según reclamador.es puede alargarse hasta un año, por lo que es totalmente aconsejable contar con los servicios de especialistas en la materia.
Lo primero que hay que establecer es el alcance definitivo de las secuelas del afectado. La figura del perito médico es fundamental para demostrar que el usuario ha sido víctima de una negligencia, ya que éste valorará los daños producidos, el tratamiento médico seguido y esclarecerá si el error cometido por los facultativos se debe a una mala praxis o a un fallo humano. En caso de ser viable, también establecerá las cantidades económicas a las que el afectado tiene derecho.
Las denuncias por mala praxis dental aumentan un 30% en los últimos cinco años
A las que hay que sumar las reclamaciones directas a las clínicas y ante entidades de consumo. El 70% son de franquicias y aseguradoras.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios