Al encuentro acudieron Manuel Martin Garcia, presidente de la FADSP, y Marciano Sanchez Bayle, portavoz de la federación, quienes manifestaron su disposición a colaborar en cuantas medidas y actuaciones avancen en la mejora de la salud de la población y en el reforzamiento de la Sanidad Pública. En la reunión, hubo coincidencia en valorar la gravedad de la epidemia del COVID19 para la salud de la población, los trabajadores sanitarios y el propio Sistema de Salud Público y la necesidad adoptar medidas para evitar los contagios y la extensión del problema.
"Se considero que aunque las medidas restrictivas adoptadas por las autoridades sanitarias para hacer frente a la difusión de los contagios son comunes a casi la totalidad de los países europeos y de otros continentes, la necesidad de mantenerlas durante tanto tiempo esta generando un gran malestar social y profesional difícil de atajar. Existe un riesgo de un estallido social y profesional que es necesario abordar con políticas activas para explicar los riesgos para la salud y la necesidad de determinadas medidas", han explicado.
Desde la FADSP expresaron la necesidad de lanzar mensajes positivos que "den esperanza y tranquilidad" a la población, como el hecho de que "a pesar del aumento de casos la mortalidad ha descendido drásticamente gracias, entre otros elementos gracias a las medidas adoptadas".
Por otro lado, le explicaron que "las restricciones de acceso a la Atención Primaria y la menor actividad de los hospitales está favoreciendo, además de la huida de parte de la poblacional hacia el sector privado, un aumento de la sobre-mortalidad por enfermedades graves y abordables como cáncer, enfermedades cardiovasculares, problemas respiratorios a y otras enfermedades degenerativas no relacionadas con el COVID, lo mismo que la morbilidad y el sufrimiento por otras enfermedades no necesariamente mortales".
Otro problema en el que hubo coincidencia fue en considerar que la utilización de las medidas restrictivas por algunos partidos para "hacer política contra el Gobierno, sacando ventajas políticas, en lugar de colaborar activamente en los esfuerzos para acabar con la epidemia, está colaborando en la confusión de la ciudadanía, impidiendo un mejor seguimiento de las normas establecidas y generando un clima de crispación que empeora la situación sanitaria y social".