El documento final 'Chile-Madrid Tiempo para la Acción' pide a las partes a aumentar su ambición climática en materia de reducción de emisiones en el año 2020, de acuerdo con la recomendación científica de limitar el crecimiento de la temperatura global a 1,5ºC.
Durante el plenario que ha comenzado cerca de las 10.00 horas, la discusión que estuvo a punto de echar por tierra el acuerdo por la oposición de Brasil a incluir dos artículos sobre el papel de los océanos y tierra.
Tras un intenso debate, en el que todos los países que intervinieron subrayaron la importancia de estos dos artículos y la moderación y equilibrio de su redacción, así como el esfuerzo que ha supuesto en las dos semanas de negociaciones, Brasil aceptó mantener lo relativo a suelos pero no océanos y, finalmente, en una nueva ronda de debate en la que incluso se opuso a su postura su vecino Argentina, el país presidido por Jair Bolsonaro aceptó mantener el texto final "en consideración" de Tuvalu e Indonesia.
El texto expresa la "urgente necesidad" de aumentar la ambición de los compromisos nacionales de reducción de emisiones para luchar contra el cambio climático en 2020, de acuerdo con el calendario que en 2015 fijó el Acuerdo de París y expresa que esos nuevos compromisos deben superar la actual brecha que existe con los actuales, con los que la temperatura global podría superar los 3ºC de incremento.
En ese sentido, reivindica la coherencia de la ambición de los países con lo que pide la ciencia y lo que la población mundial exige en las calles y reconoce también la acción climática del resto de actores no gubernamentales a las que anima a incrementar y generalizar estrategias compatibles con el clima.
También, el documento compromete a los países a trabajar y a profundizar en las respuestas contra los daños "irreversibles" que provoca el cambio climático en los países más vulnerables en el marco del Mecanismo de Varsovia de Pérdidas y Daños y incluye también un nuevo plan en materia de género que permitirá en el futuro dar respuesta a los efectos del cambio climático que son desiguales para las mujeres y niñas.
En la madrugada la presidenta chilena de la COP25, Carolina Schmidt, pidió la facilitación de la ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, para desbloquear esta cuestión, así como el Mecanismo de Varsovia para compensar las pérdidas y daños y la financiación.
Teresa Ribera: El mandato es "claro"
Teresa Ribera ha destacado que el mandato "es claro" y los países deberán presentar sus contribuciones nacionales más ambiciosas que la actuales en el año próximo. "Es importante responder a las demandas de la gente y de la Ciencia, y comprometernos a hacer más y más rápido", ha insistido.
En el resultado final queda expresado que todos los actores deben hacer más y hacerlo más rápido contra la emergencia climática y según ha manifestado la ministra española, este documentoe es "la base" que permite actuar "ya". "El tiempo de la acción es ahora", ha sentenciado al tiempo que considera que las Cumbres del Clima ya no son solamente un foro para establecer las reglas, sino que en Madrid se ha iniciado una nueva etapa que "requiere de más acción y de más actores".
Por ello, celebra que el resultado de la cumbre "refleja" lo que se pretendió con el Acuerdo de París. "Está ocurriendo: los diferentes sectores están pasando a la acción. Buena parte de ellos han venido a mostrar por qué quieren asociarse al proceso de descarbonización, formar parte de él y lograr que vaya más rápido", ha destacado la ministra.
Por otro lado, fruto de esta COP es la Red de Santiago, que permitirá "catalizar" la asistenica técnica de organizaciones y expertos a estos países vulnerables, con el fin de mejorar su capacidad para responder a los efectos del cambio climático. Precisamente esta era una de las reclamaciones de los pequeños Estados.
En cuanto al plan de acción de Género, otra de las cuestiones controvertidas de estas dos semanas, el texto señala que se desarrollarán medidas para respuestas al efecto desigual del cambio climático en mujeres y niñas, y a promover su papel como agentes del cambio. El plan se revisará en 2025.
El documento final aprobado reivindica el papel del conocimiento científico como eje principal que ha de orientar las decisiones en materia de cambio climático y para aumentar la ambición de los países y el resto de actores, al tiempo que agradece la aportación del Panel de Expertos de Cambio Climático de la ONU (IPCC) así como sus informes especiales publicados en el último año, sobre suelo y océeanos.
"Aún en contextos globales complejos, la COP25 no ha dejado caer la agenda climática en un momento fundamental para la implementación del Acuerdo de París. Al contrario, ha hecho exhibición de un multilateralismo activista", ha agregado.
Otro de los compromisos alcanzados, en respuesta a los informes especiales del IPCC, es que en el mes de junio de 2020 se celebrará un diálogo de océanos y otro de suelos. El texto reconoce también el papel de las soluciones basadas en la naturaleza para intentar cumplir el objetivo de 1,5ºC.