Cuatro establecimientos zamoranos – El Portillo de la Traición, el Bar Cerezales, el Mesón el Duende y el Numancia– han sido distinguidos por la Guía Repsol con sus Soletes de Barrio, una nueva categoría que este otoño dedican a esos lugares apetecibles donde tomar algo o comer a un precio asequible, los que recomendarías a un amigo. Ésos que tienen «un no se qué especial».
En esta quinta edición, la calificación de Guía Repsol se centra en más de 300 establecimientos que el cliente puede encontrar fuera del centro de las ciudades y son capaces de atraer público y turismo y desplazarlos del centro. Como explica María Ritter, directora de la Guía Repsol, «estos establecimientos tienen una historia humana, con lucha y esfuerzo, y que está continuamente apostando».
Este tipo de establecimientos acercan el turismo gastronómico a los barrios periféricos de las principales ciudades a través de barras, casas de comidas, cafeterías, vinotecas y locales de fast good.
En el caso de Zamora, han sido distinguidos el Portillo de la Traición, en zona Tres Cruces, con sus magníficas tapas, sus menús y su fusión de cocina tradicional y de innovación; el Bar Cerezales, en la zona de La Vaguada, con un espectacular tapeo en el que destacan sus tradicionales y finas ‘perdices’, elaboradas con boquerón y pasta de tomate, o sus espectaculares calamares rebozados.
También recibe su Solete el Mesón El Duende, en Obispo Nieto (San Lázaro), local de gran tradición, recientemente reformado, con cocina tradicional, tapa semanal y sus inefables frituritas. El Café-Bar Numancia, en la Plaza de Cristo Rey, es ese cuarto Solete zamorano, con su especial ambiente y su espectacular carta de cervezas.
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