Por eso, antes de iniciar el viaje, Midas, la cadena especialista en el mantenimiento integral del automóvil, recomienda tener en cuenta estos cuatro consejos de los expertos sobre la conducción y el mantenimiento del vehículo para un trayecto tranquilo y seguro por carretera.
No te olvides de las cadenas o de llevar unos neumáticos a prueba de nieve
Ser precavido ante circunstancias climatológicas adversas siempre ayuda a prevenir los posibles riesgos en carretera cuando vas a realizar un viaje. Utilizar neumáticos all-season o de invierno para hacer frente a las condiciones de la calzada, la sal que se echa en el asfalto, o los puertos de montaña, es una de las opciones de prevención existentes. Pero, en caso de que tu vehículo no esté equipado con este tipo de neumático, también puedes optar por las cadenas para una conducción en nieve más segura.
Y más allá de los factores que afectan al vehículo, hay otros elementos que también son recomendables tener en cuenta antes de iniciar el viaje. Llevar mantas, comida y bebida, y batería en el móvil son algunos de ellos, y en caso de quedarte parado en la carretera ante una gran nevada te serán de gran utilidad.
Conduce con suavidad y anticípate
Es importante tener en cuenta que ante la nieve o el hielo nuestro vehículo tarda más en reaccionar, y por tanto las maniobras son más lentas. Por eso, lo más aconsejable es mirar un poco más lejos de lo habitual adelantarnos a los frenazos o movimientos extraños de otros vehículos, doblar la distancia de seguridad para evitar colisiones y pensar con tiempo suficiente cuáles van a ser nuestros próximos movimientos.
Conducir suave y sin maniobras bruscas, como cambios rápidos de dirección o acelerones, puede hacer que los neumáticos pierdan la adherencia al asfalto. Por eso, los expertos recomiendan circular a una velocidad uniforme y con la marcha más larga posible, para reducir la potencia aplicada en caso de acelerar, y accionar el freno con suavidad, para evitar bloquear las ruedas.
Desactiva el Control de Estabilidad
Si compraste tu nuevo coche en Europa a partir de finales de 2014, entonces seguro que cuenta con Control de Estabilidad, conocido también como ESP (Electronic Stability Programme). Se trata de un sistema de seguridad que trabaja activamente con el sistema de tracción y es capaz de detectar la pérdida de trayectoria del vehículo marcada por el conductor, actuando sobre el sistema de frenado para recolocar el vehículo y hacer que recupere su adherencia. Sin embargo, hacer uso del ESP en carreteras con nieve o hielo puede resultar poco útil.
Por eso, algunos modelos de vehículo permiten desconectarlo, lo más aconsejable ante situaciones de este tipo, en las que lo más recomendable es que toda la potencia se dirija a las ruedas. Y es que si el ESP considera que los neumáticos están derrapando cortará el acelerador en primer lugar, y, en segundo lugar, bloqueará la rueda que mejor tracción tenga si una de ellas tiene adherencia, pero el resto patinarán.
La importancia de ver y que te vean
Tan importante como tener en cuenta que el estado de las carreteras con nieve no es tan óptimo como en circunstancias normales, es saber que las condiciones de visibilidad se suelen reducir en estos casos. Por eso, para conducir con seguridad en zonas afectadas por las nevadas es imprescindible ver al resto de conductores y hacernos ver con facilidad. Y, para ello, hay que circular siempre con las luces encendidas, asegurándonos de que el estado de los faros y las bombillas del vehículo están en perfecto estado.
Pero no solo esta parte del coche debe revisarse antes de iniciar la ruta. Los expertos de Midas recuerdan la importancia de realizar revisiones periódicas a tu vehículo (frenos, neumáticos, amortiguadores, aceite…) para evitar accidentes de tráfico, sobre todo ante la posibilidad de hacer un viaje largo y en condiciones meteorológicas desfavorables como la nieve. Además, la compañía sigue apostando por su producto estrella: La Revisión Oficial, con la que los conductores pueden realizar una revisión completa de su vehículo con los mismos parámetros que el fabricante, pero con un precio hasta un 40% más económico.