Hace unos días el ministro de Sanidad, Salvador Illa dijo que “probablemente” tendrá que recomendar el uso de mascarillas, por lo que ante la falta de stock en las farmacias son muchos los que han comenzado a fabricar su propio material de protección. Pero, ¿qué material es el más adecuado? ¿Protegen realmente estas mascarillas?
Un estudio de la Universidad de Cambridge en 2013 analizó la eficacia de estas mascarillas caseras en comparación con las quirúrgicas. Los investigadores eligieron 21 personas que tosieron intencionadamente tanto sin llevar nada, como con mascarillas caseras y quirúrgicas.
Los resultados dieron a entender que las de tela redujeron significativamente el número de microorganismos expulsados por los voluntarios. Sin embargo, la eficacia variaba en función de los materiales utilizados.
Las menos protectoras eran las mascarillas fabricadas a partir de bufandas, camisetas de algodón, tejido de seda y funda de almohada. Las más eficaces, sin embargo, eran las que usaban bolsas para aspiradoras o paños de cocina.
En el siguiente gráfico publicado por la cuenta de Twitter @EnfrmraSaturada en base al citado estudio se observa la efectividad según el material.