El pasado mes de marzo, el Gobierno se comprometió, a través de un acuerdo con los sindicatos, a reducir en un 90 por ciento la interinidad en nuestras administraciones públicas, sacando a concurso en tres años alrededor de 250.000 puestos de trabajo para hacer frente a la precariedad laboral en este ámbito.
Pues bien, lejos de reducirse esta cifra, la cifra de interinos se ha incrementado en 30.000, respecto al primer trimestre del año, según ha comprobado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), a partir de la Encuesta de Población Activa publicada en las últimas horas.
CSIF, sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, valora de manera positiva la reducción del paro. No obstante, el carácter estacional y la precariedad de los nuevos contratos, evidencian todavía la debilidad de nuestras políticas de empleo, también en las administraciones públicas.
De hecho, las diferentes modalidades de contratos temporales que se realizan en la Administración alcanza ya a 737.700 personas, la cifra más alta de los últimos 6 años, en los que no ha parado de crecer, afectando ya a la cuarta parte de las plantillas.