En 2005, la ciudad recuperaba un espacio para el turismo. Una zona estratégica ubicada en la margen izquierda del Duero que ofrecía al visitante un paseo por el pasado de la ciudad. Las aceñas de Cabañales se ponían en funcionamiento con un cuidado recorrido por la historia de esta instalación como algo inherente al desarrollo de la ciudad. Pero lejos de mantenerse, poco a poco el deterioro fue haciéndose notorio para acabar en unas aceñas cerradas y abandonadas. En los últimos años la situación se ha agravado, siendo el refugio de vándalos que campan a sus anchas en esta zona.
Las aceñas de Cabañales siempre han sido un arma arrojadiza para las formaciones políticas que aguardaban en la oposición y un quebradero de cabeza para los gobernantes. UPL, Izquierda Unida o PSOE recriminaron en su día el nulo mantenimiento de la zona. De hecho, a principios de 2015, los socialistas elevaron una queja formal a las instituciones europeas ante el abandono de las aceñas.
Unos meses después, los propios socialistas alcanzaban el control de la alcaldía mostrando su respaldo a Izquierda Unida. Desde ese 2015 y hasta esta fecha de 2018, la situación de las aceñas se agrava cada día. A principios de 2017, el equipo de gobierno, junto a no adscritos y Ciudadanos, se planteaban como uno de sus objetivos para ese año en curso la recuperación de las aceñas de Cabañales. Para ello, en el mes de mayo de 2017, el concejal de Turismo, Cristoph Strieder, presentaba el proyecto de Flumen Durius, que actuará sobre estas aceñas, entre otros de sus objetivos.
En agosto de 2017, la formación leonesista UPL sacaba de nuevo el tema a la opinión pública pidiendo un mayor control en la zona para evitar actos vandálicos. El equipo de gobierno se mostró preocupado por la situación aunque reconoció que el mal estado de la zona hacía imposibles más robos.
A principios de marzo de este año 2018, Patrimonio daba luz verde a la actuación en las aceñas de Cabañales, aunque desde entonces no se ha avanzado nada de cara al ciudadano. Se entiende que sí a nivel administrativo o burocrático. Eso sí, de momento, casi seis meses después, las aceñas de Cabañales siguen con su deterioro constante y los vecinos continúan a la espera de que la actuación integrada en el proyecto Flumen Durius se haga realidad de una vez por todas.