La presión asistencial en los diferentes hospitales de la comunidad está siendo mucho más elevada que en los días centrales del coronavirus durante su primera ola. Pese a la previsible llegada de esta segunda ola, la pandemia está empezando a saturar de nuevo el sistema asistencial sanitario y la situación no parece que pueda mejorar, al menos a corto o medio plazo.
En el caso concreto de Zamora, según los datos ofrecidos en las últimas horas por la Consejería de Sanidad, hay 352 camas ocupadas en planta, de las 431 disponibles (se ampliaron las 395 originales) por lo que el porcentaje de ocupación es del 82 por ciento. De las 352 camas ocupadas, 142 corresponden a enfermos COVID.
Por otra parte, son 8 las camas ocupadas en la UCI (de ellas 7 por pacientes COVID) sobre las 19 que están habilitadas actualmente para tratar a pacientes en cuidados intensivos. Por lo tanto, con la ocupación al 42 por ciento, la situación crítica en la UCI no es tanto por espacio, ya que las obras realizadas meses atrás han permitido adelantarse a la situación y tener margen de maniobra suficiente a nivel de espacio para esperar una segunda ola virulenta. El problema, por tanto, es de personal.
Y es que según la información recabada por zamora24horas, apenas son cuatro los intensivistas con los que cuenta el Hospital Virgen de la Concha, un número suficiente para una ocupación normal, en el día a día, o para días puntuales de ligeras subidas, pero a todas luces insuficiente para atender el incremento de pacientes que están llegando.
Es por ello que ahora el servicio está desbordado, en situación crítica, y los esfuerzos desde el área de Sanidad se centran en tratar de dotar de más personal esa área para que la atención pueda realizarse de la mejor forma posible.