La crisis económica derivada de la pandemia se llevó por delante 2.693 empresas cotizantes a la Seguridad Social el año pasado y 12.424 empleos asalariados. El año cerró con 65.345 actividades con 632.520 empleados, con descensos porcentuales del cuatro y el 1,9 por ciento, respectivamente. Un impacto muy diferente al de la anterior crisis de 2007, por su asimetría, con sectores creciendo, como el de la construcción, y otros totalmente hundidos, como los servicios, ligado al profundo impacto de las restricciones sobre el turismo y la hostelería. El empleo fijo se sujeta e incluso crece gracias a los expedientes de regulación temporal y sufren los más precarios, los temporales, que se van a la calle en la peor situación posible.
Los datos que facilita el Ministerio de Trabajo y Economía Social conocidos por Ical revelan que el sector servicios acumuló la mayor parte del daño, cerró diciembre con 46.050 empresas y 448.656 trabajadores, lo que supone que perdió 2.593 actividades y destruyó 11.970 puestos. Por el contrario, la construcción se situó al finalizare el ejercicio con 6.972 empresas, 12 más que en 2019; y 37.760 empleados, con lo que generó 590 trabajos.
El sector primario sólo perdió 24 empresas, hasta las 5.586, pero impulsó el mercado laboral con 676 empleos, hasta los 17.893 al finalizar el ejercicio. La industria, por su parte, llegó a finales de 2020, con 6.737 empresas, 88 menos que un año antes; y 128.211 empleos, con una pérdida de 1.720.
La asimetría de esta crisis también tuvo su reflejo en el mercado laboral donde se generó empleo fijo y se destruyó temporalidad, todo lo contrario a la evolución del mercado años anteriores, en respuesta a los ERTE. En concreto, el año acabó con 456.738 asalariados indefinidos, que representan 385 más que en 2019 por las mismas fechas, mientras que los temporales sumaron 175.782, que reflejan 12.809 menos que un año antes.
Por sexos, había 324.762 trabajadores asalariados, 6.486 menos que en 2019; y 307.758 empleadas, 5.938 por debajo de la cifra un año atrás. Los hombres indefinidos crecieron en 1.091, hasta los 244.011; mientras las féminas bajaron en 706, hasta las 212.727. Los trabajadores temporales perdieron 7.577 efectivos y las mujeres, 5.232, hasta un total de 80.751 y 95.031, respectivamente.
Se multiplicarán los cierres
El presidente de CEOE en Castilla y León, Santiago Aparicio, advirtió de que en la situación actual, con la tercera ola por “el pernicioso efecto de la Navidad” el “daño será terrible” y si el año pasado desaparecieron casi 3.000 empresas, las nuevas restricciones acabarán con muchas más que ya estaban en la cuerda floja, y esa cifra “se puede multiplicar por dos o dos y medio”.
El dirigente patronal destacó que la crisis de la COVID-19 afecta “a lo más cotidiano” al comercio, la hostelería, los gimnasios, las peluquerías, los taxistas y las agencias de viajes; sin oferta por las restricciones, pero también sin demanda, lo que impacta directamente en la cadena productiva, ya que la caída de este eslabón impacta a sus proveedores, la distribución, el transporte y las industrias.
Aparicio sentenció que el tejido productivo está viviendo “un drama” porque en la anterior crisis se podía seguir trabajando, pero ahora por mucho dinero que inyecten y medidas que adopten “están cerrado”. “Es muy duro, muy triste y no encontramos la fórmula”, dijo a Ical.
Provincias
Por provincias, el número de empresas descendió en León (12.123), un 4,5 por ciento; en Salamanca (9.909) y Zamora (5.084), un 4,1 por ciento en ambos casos; en Ávila (4.884), un cuatro por ciento; en Burgos (10.364), un 3,7 por ciento; en Soria (2.851), un 3,6 por ciento; en Valladolid (15.021), un 3,4 por ciento; y en Segovia (5.333), un 2,4 por ciento.
Por lo que se refiere al empleo asalariado, cabe destacar que en Zamora (34.813), creció un 0,3 por ciento, con 111 puestos más. Por el contrario, bajó en Burgos (107.145), un 2,8 por ciento; en Ávila (32.297), un 2,6 por ciento; en Valladolid (159.964), un 2,4 por ciento; en Salamanca (81.487), un 2,1 por ciento; en León (106.090), un 1,7 por ciento; en Segovia (39.409), un 1,5 por ciento; en Palencia (44.134), un 0,9 por ciento; y en Soria (27.181), un 0,3 por ciento.