El Monitor Adecco de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo publicado durante esta semana refleja un aumento en la percepción de los trabajadores de la región en la seguridad en el empleo, las oportunidades de empleo y desarrollo profesional, la conciliación entre la vida personal y profesional y la conflictividad laboral.
En el primero de los casos, no solo se comprende la siniestralidad, sino también la cobertura de la prestación por desempleo, el paro de larga duración y el tiempo necesario para volver a encontrar un empleo.
En este sentido, después de años en los que la reducción del paro correspondía a parados de corta duración, ya fue entre 2015 y 2016 cuando ambos colectivos ya descendieron. Por lo tanto, la proporción de parados de larga duración no dejó de crecer hasta hace dos años.
Desde entonces hasta ahora, es decir, en cada uno de los últimos siete trimestres, la mayor parte de los parados que han dejado de serlo han sido de larga duración. Ahora en España hay poco menos de 1,4 millones de personas que están desempleadas desde hace dos años o más. Aunque aún es una cifra muy elevada, es la más baja desde septiembre de 2011.
En Castilla y León, la proporción en el total de parados de larga duración subió hasta comienzos de 2015 para solo después comenzar a descender. En este momento se cuentan 56.900 parados de larga duración en la autonomía castellano y leonesa. Es un número similar al que había en marzo de 2012 y supone un descenso del 46% respecto del máximo alcanzado en marzo de 2014. Como proporción del total de personas sin empleo, los parados de larga duración son el 37,3% en Castilla y León.
Menos tiempo para encontrar trabajo
La reducción en esta magnitud contribuye a la disminución del tiempo medio de búsqueda de empleo. Por primera vez desde marzo de 2013, este periodo es inferior a 16 meses en España: 15,8 meses (con un recorte anual de 1,2 meses).
En Castilla y León, la reducción de este plazo ha sido muy parecida a la media nacional, de 1,3 meses, con lo que ahora es de 15,5 meses. Es el periodo más breve para la región desde junio de 2013.
Más siniestralidad laboral
La tendencia ascendente de la siniestralidad laboral que comenzó a finales de 2013 con el inicio de la recuperación económica sigue su curso. De todos modos, los 68,4 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados en nuestro país (+4,4% interanual) son la mitad, por ejemplo, de los que había en 2002, y son menos que los que se contaron en cualquier año hasta el 2011 inclusive. Durante 2017, la siniestralidad ha crecido en 16 autonomías, incluida Castilla y León.
De manera similar, también en Castilla y León crece la siniestralidad laboral desde 2014. En la actualidad, se cuentan 62,6 accidentes que causaron baja cada 10.000 ocupados (+6%). Igual que en el conjunto nacional, la actual cifra de accidentes es la mayor desde 2011, pero es al mismo tiempo casi un 40% menos que la siniestralidad que hubo hasta 2002. Tanto hace un año como en la actualidad, Castilla y León es la tercera comunidad con menor siniestralidad laboral.
Crece la siniestralidad laboral al tiempo que aumenta la percepción de seguridad en el mismo empleo
Una encuesta de Adecco Group refleja un aumento de la satisfacción de los trabajadores en su seguridad en el empleo, así como en el menor tiempo para encontrar un empleo. La precariedad laboral, sin embargo, provoca un aumento de la siniestralidad.
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