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El CPC Santísima Trinidad apuesta por ‘el poder del juego’: #MetodologíasActivas

Los alumnos del CPC Santísima Trinidad presentan en la Dirección Provincial de Educación de Zamora la Experiencia de Calidad: “Aprendizaje Basado en el Juego”.

Alumnos del centro con los juegos de mesa

Dentro de los talleres semanales, en horario lectivo programados, en la Propuesta Curricular del Colegio Santísima Trinidad para el Curso 21-22 estaba señalado, con un color especial, el desarrollo del Juego de Mesa como elemento vertebrador del currículum de la etapa.

Las nueve aulas de infantil y primaria (con 225 alumnos a la cabeza y once profesores implicados en los talleres) han desarrollado una temporalización de sesiones de Juegos de mesa que asocian los objetivos y estándares de aprendizaje con la práctica del juego en el aula.

“La meta es importante, pero el alumnado ha asimilado desde el primer momento que el objetivo no es ganar. Se ha inculcado que el juego es una actividad “seria” de nuestra programación didáctica y el clima de convivencia que se genera alrededor de los talleres está siendo altamente satisfactorio. Queríamos acercarnos al mundo del Juego de Mesa y hemos hecho lo primero que debíamos hacer; JUGAR”, destaca Luis de Mena, Director Pedagógico del Centro.

Alumnos con uno de los juegos de mesa


Cada semana, los niveles de infantil y primaria tienen destinado en su horario dos horas de JUEGOS de MESA. Estas horas estás integradas en la programación didáctica de las áreas instrumentales de Lengua y Literatura, Matemáticas, Ciencias Sociales y de la Naturaleza e Inglés. Los estándares de aprendizaje de estas áreas se han desgranado para asociarlos a la práctica de los juegos de mesa. Así, un clásico como “Cifras y Letras” se traduce en una maravillosa sesión para trabajar las reglas de acentuación o las operaciones combinadas de cálculo mental. El fantástico “Palabrea” es una excusa perfecta para ampliar vocabulario potenciando el uso de los sinónimos y las cartas del popular “Dixit” se han convertido en la herramienta principal para comprender la estructura de un texto narrativo o el modelo de evaluación del “speaking” en el área de inglés.

Clásicos de nuestros armarios como Scrabble, ¿Quién es quién?, Cluedo, Monopoly, Trivial, Tabú... conviven en las ludotecas de las aulas con juegos actuales de la talla del Virus, Ubongo, Batalla de Genios, Los Hombres Lobo de Castronegro o Carcassonne que hacen las delicias de los alumnos y facilita la tarea de los docentes a la hora de “deconstruir” las reglas y componentes del juego en las necesidades del estándar de aprendizaje en cuestión.

Además, ya se han pilotado experiencias de EVALUACIÓN de contenidos utilizando como herramienta el juego de mesa. Una práctica cada vez más habitual en el centro y que permite implicar al alumnado estrechamente en el proceso de evaluación formativa ya que son ellos los responsables de crear las tarjetas y componentes nuevos para  la “de-construcción” el juego y convertirlo en una propuesta de evaluación muy alejada de los clásicos exámenes, pero mucho más aceptada por el alumnado, como confirman los profesores que ya lo han llevado a cabo. 

Jugando a CodigoSecreto


“Estamos disfrutando mucho de la creación de nuevos espacios de aprendizaje donde el estudiante se convierte en el verdadero protagonista del desarrollo de su proceso de enseñanza. Además de los objetivos y estándares curriculares, el juego permite desarrollar todo el potencial social e integrador que tiene el alumnado y se ha convertido en una herramienta maravillosa para trabajar la inclusión en el aula de alumnos con dificultades de aprendizaje que encuentran en este nuevo escenario una oportunidad fantástica para sentirse cómodos”, relata Antonio García, orientador del centro educativo.

Un pequeño cambio en el desarrollo de la Propuesta Curricular del  Centro no exenta de su adaptación al protocolo de Plan de Inicio de Curso COVID19 que los departamentos del centro han sabido gestionar de manera eficiente. Cada clase tiene un lote de juegos de mesa exclusivo del aula que está en cuarentena durante una semana. Antes y después del uso de los componentes, el alumnado se lava las manos con gel hidroalcohólico, se desinfecta el material y se respetan las distancias interpersonales. Además, existe una clara concienciación en el centro sobre la ventilación necesaria para mantener los niveles óptimos de concentración de CO2 por lo que las puertas abiertas de las aulas son una excusa perfecta para trabajar la contaminación acústica en el centro en favor de la buena convivencia con el resto de clases.

Una de las actividades con juegos de mesa


Además, la dirección pedagógica del centro ha presentado en el Curso 21-22 la metodología ABJ como experiencia de calidad dentro de los programas de innovación educativa que se desarrollan desde la Dirección Provincial de Educación supervisados por el Centro de Formación e Innovación Educativa de Zamora (CFIE). Una propuesta de mejora que cuenta con la participación activa de las familias y que ha favorecido la mejora del clima de convivencia en el centro en un curso con las particularidades del actual.

En definitiva, “otra maravillosa forma de aprender es posible” y desde la totalidad de la comunidad educativa del CPC Santísima Trinidad ya se están desarrollando las acciones que mejorarán la propuesta en el curso 22-23 con la llegada de la LOMLOE y el desarrollo de tareas y actividades apoyadas en la vida cotidiana.

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