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La COVID-19 sigue sin dar tregua al consumo de gasóleo en Zamora que mantiene una bajada de dos dígitos en agosto

Rafael Pizarro denuncia la “muy complicada situación” que arrastran las estaciones de servicio y pide a los políticos que dejen de crear problemas donde no los hay.

El precio de la gasolina y del gasóleo repunta hasta un 1,7% y toca máximos anuales en plena Semana Santa

El impacto de la COVID-19 sobre la movilidad de las personas y la merma en la actividad económica no remite y el consumo de carburantes sigue sufriendo desplomes de dos dígitos mes a mes desde el estallido de la pandemia en marzo. Las cifras que proporciona la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES), recogidas por Ical, indican que en agosto empeoraron las cifras de ventas respecto a julio, y en el caso del gasóleo A, se vendieron 135.912,8 toneladas, con un desplome del 20,9 por ciento respecto al ejercicio anterior; mientras que de gasolina 95, se comercializaron 28.328,9, un 14,1 por ciento menos que en 2019, frente a bajadas del 13,1 y 1,6 por ciento interanuales del mes anterior, respectivamente.

Los porcentajes de descenso fueron peores durante los meses del estado de alarma para mejorar ligeramente en junio y mayo y volver a malos datos en agosto. Los datos para el gasóleo revelan un desplome del 25,3 por ciento en marzo (1.06.550 toneladas); un 57 por ciento en abril (64.798,6) y del 44,4 por ciento en mayo (85.166,5); para bajar un 24,8 por ciento en junio (110.797,7), un 13,1 por ciento en julio y un 20,9 por ciento en agosto.

En el caso de la gasolina 95, la bajada en marzo fue del 36,7 por ciento (13.039,3 toneladas); del 80,6 por ciento en abril (4.464,9), y del 63,7 por ciento en mayo (8.152,7); para pasar al 1,6 por ciento en julio, casi equilibrio respecto a 2019, y volver a una merma del 14,1 por ciento en agosto.

En el caso de Zamora, las ventas de gasóleo A mermaron en agosto un 10,2 por ciento (135.913 toneladas). En el caso de la gasolina 95, se redujo el consumo un ocho por ciento en la provincia zamorana (2.731 toneladas).

Una herida desde marzo

El portavoz de la agrupación de Vendedores de carburantes al pormenor de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, constató a Ical que el sector se encuentra en “una situación muy complicada” porque “arrastra la herida de los meses de confinamiento” por el estado de alarma, cuando les obligaron a mantenerse abiertos, cuando su actividad desapareció en un 90 por ciento, porque los transportistas repostan en sus bases, no en las estaciones de servicio, que siguieron a pérdidas, lo que ha repercutido en el empleo.

Pizarro lamentó que fueron el único sector estratégico “sin clientes”, en una situación durante meses “dramática” de “todo pérdida y riesgo de infectarse de los trabajadores”. Aseveró que nunca una administración les ha dado una ayuda para nada pese a que arrastran una situación mala, pero aclaró que “tampoco esperamos nada”, solo que les “dejen trabajar” y para eso, los políticos, dijo, deben empezar a hacer las cosas bien y generar un ambiente en el que recuperar la actividad.

En este sentido, expresó su “cabreo máximo” con los dirigentes políticos, porque deben trabajar para generar un ambiente sin tensiones en el que se pueda trabajar para que podamos generar empleo, y la “inmensa mayoría crean problemas donde no los hay” y “después se los dejan a los ciudadanos para que lo solucionen”. “Ninguno ha dimitido ni ha dejado de cobrar estos meses”, lamentó.

Por el contrario y en silencia, reseñó que los pequeños empresarios de Avecal, aportaron 127.000 euros en material sanitario para Sacyl, para las residencias de mayores, para Cáritas y la Guardia Civil. “Nosotros hemos puesto el hombro desde el principio, sin fotos”, concluyó visiblemente contrariado por la situación que se vive a nivel político en España.

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