La contratación temporal en Castilla y León bajó un 30 por ciento en 2020 por la crisis sanitaria, lo que supone una caída de siete décimas pro encima de la media nacional, situada en el 29,3 por ciento. En concreto, según los datos recogidos por Randstad, se firmaron un total de 629.575 contratos de duración determinada en la Comunidad, 270.170 menos que en 2019, cuando tuvieron lugar 899.745 firmas. El volumen de contratación registrado en Castilla y León supone el 4,4 por ciento del conjunto del país.
A nivel provincial, tal y como recoge ICAL, Salamanca fue la que registró la mayor caída en la contratación temporal (-37,3 por ciento), seguida por Ávila (-34,3 por ciento), León (-33,6 por ciento) y Segovia (-30,7 por ciento), todas ellas con descensos superiores al 30 por ciento. Ya con caídas menos pronunciadas se sitaron Valladolid (-29,1 por ciento), Soria (-27,8 por ciento), Burgos (-27 por ciento), Zamora (-25,4 por ciento) y Palencia (-23,2 por ciento).
En lo que se refiere a volúmenes, Valladolid lideró la lista, con 156.600 contratos de duración determinada, seguida por Burgos (97.172), León (83.652), Palencia (68.268) y Salamanca (67.951). Por debajo de las 60.000 firmas se encontraron Segovia (53.876), Zamora (39.432) Ávila (37.936) y Soria (24.688).
En el conjunto del país, la contratación temporal se redujo un 29,3 por ciento durante 2020, hasta los 14,4 millones frente a los 20,3 millones el año anterior. Es decir, una diferencia de seis millones de firmas menos, aproximadamente.
A nivel sectorial, la agricultura registró la caída más moderada de toda la economía nacional en contratación temporal del último año, con un descenso del 8,2 por ciento. A continuación se sitúan, con caídas ya de dos dígitos, la construcción (-11 por ciento) y la industria (-13,3 por ciento).
Por otro lado, el sector servicios contabilizó el descenso más acusado de este último año en la contratación temporal, con una caída del 37,5 por ciento, siendo además el que cuenta con mayor volumen de firmas, con cerca de 8,9 millones. De hecho, a este sector pertenecen el 61,5 por ciento del total de contratos temporales.
El director de Randstad Research, Valentín Bote, aseguró que la contratación de duración determinada ha sido un recurso de gran utilidad para muchos empleadores en una situación de notable incertidumbre, dando respuesta de manera eficaz a picos de demanda a sectores tan importantes como la agricultura o la logística. Eso sí, subrayó que hasta que la crisis sanitaria no se solvente completamente, el volumen de contratación temporal no regresará a los niveles de 2019.
Las actividades económicas que más contratos temporales generaron en España durante este 2020 han sido la agricultura y pesca (2,7 millones de firmas), la industria manufacturera (1,6 millones), la hostelería (1,5 millones) y el comercio (1,4 millones). La suma de estos cuatro supone el 52 por ciento del total de contratos de duración determinada que se firmaron durante el pasado año.
También por encima del millón de contratos temporales se encuentran las actividades administrativas y auxiliares (1,3 millones), la logística (1,1 millones) y el sector sanitario (m´s de un millón).
El número de contratos temporales cayó en todos los sectores con respecto a 2019, aunque Randstad destacó que los descensos menos pronunciados se han producido en el empleo doméstico (-5 por ciento), la agricultura y pesca (-8,2 por ciento), la logística (-9,6 por ciento) y la construcción (-11 por ciento). Por otro lado, los sectores que más vieron caer la contratación temporal fueron la hostelería (61,7 por ciento), las actividades recreativas y artísticas (60 por ciento), otros servicios1 (-43,5 por ciento) y las actividades científicas y técnicas (-39,5 por ciento).
Abril, el más duro
El estudio de Randstad también ha estudiado la evolución de la contratación temporal mes a mes durante el pasado año. El 2019 terminó con poco más de 1,6 millones de contratos temporales firmados en diciembre y desde entonces experimentó una tendencia negativa de cuatro meses de descensos negativos coincidentes con la irrupción de la pandemia, hasta registrar poco más de 614.00 contratos temporales en el mes de abril, el más duro del confinamiento.
Desde entonces, el volumen mensual de contratos de duración determinada volvió a recuperarse, exceptuando un ligero descenso en agosto, hasta rozar los 1,4 millones en septiembre. A partir de ese momento, el número de firmas se fue reduciendo ligeramente, coincidiendo con el empeoramiento de las condiciones sanitarias, hasta terminar el año con 1.243.404 contratos temporales, un 22,4 por ciento menos que el mismo mes de diciembre de 2019.
Canarias y Baleares, las más castigadas
El estudio también ha tenido en cuenta la comunidad autónoma en la que el profesional firma el contrato temporal. Randstad destaca que Murcia (-20,4 por ciento), Castilla-La Mancha (-21,3 por ciento), Navarra (-23,4 por ciento) y Andalucía (-23,9 por ciento) registraron las caídas menos acusadas del país. Castilla y León se quedó en un 30 por ciento, por debajo del País Vasco (-30,3 por ciento), Galicia (-31,7 por ciento), Cataluña (-33,5 por ciento), Madrid (-35,5 por ciento) y Asturias (-35,8 por ciento). Los dos archipiélagos, Canarias (-44,5 por ciento) y Baleares (-52,7 por ciento), fueron las comunidades autónomas donde más descendió la contratación temporal durante 2020.
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