“La Nación española, deseando establecer la justicia, la libertad y la seguridad y promover el bien de cuantos la integran, en uso de su soberanía, proclama su voluntad de: garantizar la convivencia democrática dentro de la Constitución y de las leyes conforme a un orden económico y social justo, consolidar un Estado de Derecho que asegure el imperio de la ley como expresión de la voluntad popular; proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones; promover el progreso de la cultura y de la economía para asegurar a todos una digna calidad de vida; establecer una sociedad democrática y avanzada; y colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra”. Éste es el preámbulo de la Constitución Española que cumple este jueves 40 años.
6 de diciembre de 1978, una fecha marcada en rojo en el calendario nacional, tanto para quienes vivieron ese día histórico como para las generaciones posteriores que deben aprender que los derechos, las libertades y el Bienestar Social son una conquista fruto del consenso, el diálogo y el esfuerzo de quienes participaron en la Transición entre la dictadura y el actual sistema democrático que hoy conocemos. Ese día, la Constitución Española, nuestra Norma Suprema, fue ratificada en referéndum por el 88,5% de los españoles que votaron el proyecto.
Cuarenta años después, se celebra en todo el país este aniversario tan especial, con el ánimo de proteger, divulgar y respaldar la Carta Magna y con el debate a sus espaldas sobre la necesidad de reformarla para que se adapte a los nuevos tiempos.