El buen tiempo parece estar llegando y esta es una noticia que no solamente nos alegra a los humanos, también a muchos animales e insectos como nuestras queridas amigas, las hormigas. Lo de “queridas amigas” es porque seguro que estas trabajadoras ya están de okupas en la casa de muchas personas.
El buen clima hace que apetezca sacar el refresco y el platito de aceitunas o los pistachos al jardín, y claro a ellas también les gusta, no debemos olvidar que estos diminutos insectos son unas grandes trabajadoras que se pasan horas y horas en busca de alimentos con los que llenar su almacén para cuando lleguen los malos tiempos, el invierno en su caso. Pero claro lo de estar tomando un cafecito recién hecho con la tostadita desayunando tranquilamente en la cocina mientras los rayos del sol te iluminan de lleno la cara, y encontrarte con un ejército de hormigas no es nada agradable. Por no hablar del momento ‘flish’, ese spray tan horrible que aunque esté aromatizado deja un olor capaz de dejar K.O a cualquiera.
¿Qué hacer entonces para evitar que las hormigas se instalen en nuestra casa?
Lo primordial, mucho ojo con el cubo de la basura. Es importante tirar la basura cada 1 o 2 días, sobre todo en verano si lo hacemos diariamente nos ahorraremos en gran medida que esté ejercito nos invada.
¿Más trucos? Olores que repelen a las hormigas
También es importante tener en cuenta que hay ciertos olores que repelen a las hormigas. Por ejemplo la canela, el vinagre o el bórax.
Pues lo que podemos hacer es justamente aprovecharnos de ellos para combatir a las hormigas. Un buen truco es echar en un vaso con agua, media cucharada de canela, y meter dentro un algodón. Ese algodón se puede usar para restregarlo por las zonas donde suelen estar las hormigas. También poner palos de canela en ciertos lugares habituales para ellas es un buen aislante.
El vinagre tampoco gusta a las hormigas, por lo que se puede aprovechar para rociar con él los puntos de acceso. También se puede usar limón.
Y por último, el bórax, un mineral natural usado en la mayor parte de los pesticidas y que se puede comprar en polvo o en forma de sal en supermercados, droguerías o farmacias. La mezcla es fácil: agua tibia, dos cucharadas de bórax, media taza de azúcar, remover bien e introducir dentro un algodón que absorba bien, y partirlo en trocitos para posteriormente repartir por las puertas, grietas o lugares por donde entren.
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