La crisis sanitaria del coronavirus provocó la suspensión del grueso de comuniones esperadas en Zamora debido a su coexistencia en el tiempo con los principales meses elegidos para su celebración. El pasado mes de abril el Obispado de Zamora ya emitió un comunicado oficializando la suspensión de los sacramentos debido al coronavirus.
Un comunicado que dejaba en el aire sine die el regreso de estas celebraciones. Con la llegada de la nueva normalidad se han retomado estos actos, pero con un ambiente muy distinto al que se recordaba. Las estrictas medidas de seguridad han marcado estos actos.
La parroquia de Carbajales de Alba celebró el pasado domingo la primera comunión de los niños en edad de la localidad manteniendo las distancias y con estrictas medidas de seguridad. El uso de mascarillas, la distancia en el templo y la desinfección con geles hidroalcohólicos, se han convertido en los nuevos invitados.
Además, la toma de la ostia se produce desde la mano de los propios niños y no directamente de la mano del sacerdote a la boca de los comulgantes. Una escena que se suma a larga lista de novedades sanitarias de las comuniones en tiempos de coronavirus.
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