“Las campañas de rebajas ya no son lo que eran”: una frase que invita a la reflexión tras el fervor que comercios y usuarios viven durante los primeros días y que, posteriormente, después de la desestacionalización y el constante bombardeo que se vive semanalmente con “ofertas” y “gangas”, se diluye paulatinamente hasta no tener ese “efecto llamada”.
Una situación desvirtuada para Ruperto Prieto, presidente de la Asociación Zamorana de Empresarios del Comercio, AZECO, quien valora así estas campañas: “Siempre son una ayuda para sacar ese stock de la campaña anterior, pero ya no tienen ese efecto ni consideración de rebajas de antes”, afirma.
El contexto clama, sin duda, la regulación: “Vendría muy bien tanto para comerciantes como para usuarios porque se ven, por ejemplo, variaciones de precios que no son reales, reclamaciones por compras en Internet…”, asegura.
“Estas Navidades ha habido mejores datos, pero no se ha llegado a esas cifras prepandemia" - Ruperto Prieto, presidente de AZECO.
Las sensaciones indican que se están volviendo a recuperar los datos de afluencia y de ventas prepandemia, pero todavía no se han llegado a esos guarismos: “Estas Navidades ha habido mejores datos, pero no se ha llegado esas cifras. Unos sectores van mejor que otros, como pueden ser el sector de la alimentación, el mantenimiento del hogar, pero otros tienen una competencia feroz con las grandes plataformas de venta online, equipamiento personal, electrónica… Es muy difícil”, afianza.
Ahora, en Zamora, después de este presumible ‘bajón’, turno para los Bonos de Comercio Solidarios ‘Suma y Sigue’, que ya están muy integrados en la sociedad: “Son una gran ayuda. Se han institucionalizado y la verdad es que generan una actividad que repercute directamente en el comercio zamorano. Son muy importantes y por eso se hacen en estas fechas”, expresa.
A falta de cinco días para que se cierre el plazo de aquellos comercios interesados en adherirse, son 180 los establecimientos que ya se han unido a una campaña que pretende superar los 200: “Todo el comercio de Zamora sabe que en menor o mayor medida te repercute a ti. Saben que vas a tener un feedback, que puedes captar nuevos clientes y encima te apuntas en dos minutos. Es fácil de participar y la ayuda es enorme”, concluye.
Una idea que dinamiza el comercio de la capital después de unas rebajas que, cada año, se parecen menos a las anteriores, que pierden su valor por la desestacionalización y que se desinflan con el paso de los días por su pérdida de ilusión y ausencia de regulación.
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