El grupo ha avisado a sus vendedores por burofax del cierre de la red, que funcionaba con un modelo de suscripción por el que un agente entregaba a los socios el catálogo, y después pasaba a recoger el pedido y al cabo de unas semanas llevaba el libro: "Seguíamos funcionando del mismo modo. Se ha intentado cambiar el modelo pero no se ha podido".
Estas fuentes han argumentado que "ha cambiado la situación española en el ámbito cultural y de ocio, y es difícil entrar en los hogares", en los que las nuevas tecnologías se han implantado con fuerza. También ha cobrado mucha importancia la compra digital, la inmediatez en recibir los productos en casa y nuevos competidores: "La gente no quiere esperarse, y todo ello hace que este modelo sea insostenible".
Así, pese a las mejoras y al ahorro de costes, la decisión implementada el miércoles ha sido cerrar la red comercial y todos los canales de venta. Si Círculo de Lectores era un canal con un millón de hogares, actualmente el modelo no estaba basado en socios obligados a comprar puntualmente, sino más bien en una cartera de clientes esporádicos y más fluctuante.