Cipriano García se dirigía este viernes a casi un millar de personas que acudieron a la entrega de los Premios Fundación Caja Rural de Zamora en un discurso directo, claro y que trató los principales retos a los que se enfrenta la provincia. Tras el protocolario saludo a los asistentes y de congratularse por poder recuperar el aspecto tradicional de los premios, Cipriano García espetaba: “Veros hoy aquí, en el ente ferial de Ifeza a tantos socios y clientes, amigos y representantes institucionales de toda la sociedad, juntos, otra vez, es el mejor escenario para iniciar la recuperación de mucho de lo que perdimos”.
Tras eso, el primer mensaje fue claro: “Después de más dos años, quisiéramos, desde Caja Rural, comunicaros a todos vosotros optimismo, esperanza, fortaleza, ambición y unidad en el esfuerzo común. Todo lo bueno que esta pandemia nos ha obligado a poner en pro del bien común, debe de ser el guion de un nuevo tiempo de ilusión y recuperación”. Y seguía: “En caja rural nos sentimos orgullos de lo que representamos: un esfuerzo y vocación de servicio con los verdaderos protagonistas de nuestro trabajo: vosotros, vuestras familias y todos los proyectos de los territorios donde prestamos, con humildad, nuestro servicio personal bancario”, haciendo también referencia al crecimiento de negocio en León Valladolid y Ourense.
Aprovechó igualmente su discurso Cipriano García para poner en valor las buenas cifras de Caja Rural durante 202: “El balance del pasado año 2020 reflejó un aumento del volumen de negocio del 18% hasta alcanzar los 4.350 millones de euros. 860 millones de euros en crédito nuevo a la financiación de empresas y particulares, un 33% más que el año anterior. Somos más que una entidad bancaria, somos un motor socioeconómico imprescindible en nuestra sociedad y hacemos vuestro nuestro compromiso. Tenemos la sensibilidad y compromiso de haber mantenido y de mantener todas nuestras oficinas y puntos de atención al cliente abiertas. Sin obligar a nadie a acudir a los cajeros, sin cerrar los horarios de caja y sin tener que pedir cita previa. Nosotros ofrecemos todos los servicios telemáticos, igual que la gran banca, pero con una fundamental diferencia: esta es una banca de personas para las personas, humana y con una profunda vocación de servicio”, paraba Cipriano García, interrumpido por un aplauso cerrado de los asistentes.
El director general de Caja Rural insistía en que la caja continúa abriendo nuevas oficinas, generando empleo y riqueza, apoyando al mundo rural y urbano, abanderando el sentido de la existencia de la España Vaciada. “Aprovecho estas palabras para solicitar un apoyo decidido para los agricultores y ganaderos en estos difíciles momentos de incremento de costes y máxima dificultad para subsistir en sus explotaciones”, hacía un guiño al sector primario Cipriano García, que asestaba: “Desde Caja Rural hemos demostrado que los hechos acompañan a las palabras. Nuestros valores y principios son la manifestación más clara de la utilidad pública de nuestra tarea”.
Siguió insistiendo Cipriano García en datos objetivos, recordando que el 71% de todos los préstamos hipotecarios constituidos en 2020 en Zamora se formalizaron desde Caja Rural, “es la demostración de nuestro compromiso y esfuerzo por nuestra gente y nuestra tierra”; y añadía: “Nuestras ratios de solvencia y eficiencia se encuentran destacados en las primeras posiciones del ranking nacional, y, ratifican la dirección hacia donde nos dirigimos. Nuestra existencia solo tiene sentido al lado de la sociedad, la banca que representamos son sus proyectos e ilusiones”, agradecía la confianza de los socios y clientes, además de resaltar el trabajo que desarrolla “la magnífica plantilla de profesionales de Caja Rural”.
El director general mandaba también un mensaje positivo, realista y espíritu ambicioso, adecuado a la filosofía financiera de Caja Rural: “Con ese espíritu llevamos más de cuatro años perseverando, trabajando con ilusión y esfuerzo, solicitando una y otra vez unidad y altura de miras. Encajando los problemas y barreras con una sonrisa. Sin miedo al fracaso porque nuestra situación, la de Zamora, ya no admite excusas, miedos ni titubeos”.
Además, ponía en valor el trabajo que está desarrollando Zamora10 por la sociedad zamorana: “Hemos demostrado que, desde Zamora10, recuerdo una iniciativa de todos, sí hay una forma de hacer camino e ir construyendo un relato y un proyecto de una Zamora nueva. Trabajando con profesionalidad y tesón, con sentido de la responsabilidad y compromiso. Con una forma eficiente y veraz de realizar los proyectos estratégicos”. En este sentido hacía referencia a “la buena noticia” que supone la inclusión de una partida presupuestaria para el campamento militar de Montelarreina, que tildó como “proyecto prioritario para la recuperación de esta tierra” y que “representa un cambio de rumbo al que Caja Rural aporta todo su empuje junto a la sociedad zamorana”.
Aprovechó Cipriano García ese momento para enumerar otros muchos proyectos ya en marcha: La escuela internacional de industrias lácteas, su fundación internacional, la feria de Ovinnova, la app provincial, los cursos de español para extranjeros, el centro logístico de Benavente, el encuentro mundial del queso “ejemplo de cómo desde la cooperación privada pública es posible materializar los proyectos; una idea nacida en Zamora10, proyectada desde la fundación internacional de industrias lácteas y ahora impulsada y dirigida, con buen criterio, por la Diputación de Zamora”, y la marca de Zamora, “símbolo de unidad”. “Todos ellos reflejan como a pesar de las dificultades cuando los proyectos y las ideas son razonables, cuando el esfuerzo común y el trabajo prevalecen; las iniciativas se hacen realidad”, agregaba.
Tampoco se olvidó de otros proyectos que siguen en el tintero: las comunicaciones de la nacional 122 y la conexión de Braganza - Puebla de Sanabria, la urgente y necesaria cobertura total en el internet rural para nuestra provincia… “Zamora no puede quedarse fuera de juego en los fondos de recuperación que llegan de Europa. No aprovecharlos sería una negligencia y un disparate”, apuntaba, a la vez que solicitaba la necesidad de que Zamora empiece a captar a inversores para que se instalen en la provincia: “Necesitamos poner en marcha y con ambición el proyecto que haga a Zamora atractiva para las inversiones; con urgencia y profesionalidad, contratando a un equipo de expertos externo que coordine y organice el portafolio de oportunidades, infraestructuras, servicios y ayudas para hacer de una necesidad una realidad de desarrollo. Unidos todos, las instituciones públicas y el sector privado”.
Cambiando de tema, pero dentro de la misma idea, Cipriano García recordaba que en febrero se emitirá el informe empresarial donde las provincias de Teruel, Cuenca y Soria obtendrán, por índices de despoblación, una fiscalidad ventajosa y diferenciada. “Zamora, no puede estar fuera de ese protocolo. Somos, al igual que esas provincias, si me permiten, con más razones, merecedores de esos beneficios. Por ello, nos sumamos y apoyamos sin lugar a dudas, a la reivindicación de la Diputación de Zamora”, decía el director general de Caja Rural, que también mencionaba iniciativas importantes como Ecobarcial o la estrategia Silver Economy. “Como podemos comprobar si tenemos ideas y proyectos, tenemos el principal inicio de la realidad y mucho esfuerzo y trabajo en el calendario”, asestaba.
Ya en el tramo final de su intervención, Cipriano García hacía una llamada a la reivindicación: “Tenemos que ser ambiciosos, reivindicativos y razonables. No es coherente que en los últimos 80 años en esta provincia, donde, siendo un territorio representativo en la generación energética de España, hemos pasado a ocupar el último lugar del ranking nacional, mientras que, los destinatarios de esta energía encabezan la riqueza del país, utilizando ese bien además de otro mucho más importante: la marcha de nuestra gente a otros territorios”. Tras esta reflexión pedía ayuda al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco: “Sabemos de tu preocupación y la de tu gobierno por Zamora y sus problemas. Pero, Zamora necesita más, tenemos que impulsar proyectos generadores de empleo y riqueza. Con la inversión en la mejora de los servicios públicos a nivel local y regional no es suficiente. Estamos convencidos que tu presencia, hoy aquí, supone el reconocimiento y cercanía a nuestra situación y desde luego un apoyo a nuestras ilusiones”.
El director general de Caja Rural insistía que “no hay excusas, ni atajos. No hay tacticismos políticos, ni ideológicos, para que la situación de ilusión y esperanza no cambie. En definitiva, no podemos desaprovechar esta oportunidad. Rigor, trabajo en común, búsqueda y contratación de lo que se necesite para llevar a buen puerto todos nuestros proyectos”.
Por último, su reflexión para zanjar era la siguiente: “Caja Rural de Zamora sí cree que el presente y futuro solo depende de nosotros. Hemos creído y tenemos ya una realidad mucho más prometedora de la que teníamos hace cuatro años. Todo está por llegar pero ahora más que nunca tenemos que arrimar el hombro todos. El espíritu que se está despertando, generando una conciencia colectiva que no existía en Zamora, debe ser el germen de un sentido de orgullo propio imprescindible para defender los intereses y el desarrollo de esta provincia. Desde Caja Rural y su Fundación cuenten que no vamos a descansar hasta que Zamora, nuestra tierra, se revitalice y recupere como símbolo de nuestro compromiso total con los zamoranos y su historia. Formamos parte de la misma, herederos de esa impronta que nos hace servirles con humildad y gratitud. Mirando al futuro con esperanza, mirando al futuro con ambición y grandeza. Para todos los premiados de hoy, gracias por vuestro ejemplo, pues trabajando todos juntos, como vosotros habéis demostrado y demostráis, Zamora tiene y tendrá asegurado su presente y futuro”, cerraba.
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