“¡Melchor, aquí!”, dice uno de los pequeños situados en primera fila, con el brazo extendido para reclamar sus caramelos y un saludo del Rey Mago de Oriente. “Baltasar siempre ha sido mi rey favorito, siempre es muy simpático”, comenta una pequeña de unos 9 años a su amiga.
Desde primera hora de este domingo, todas las miradas se dirigían al cielo: las previsiones de lluvia amenazaban con arruinar el desfile tan esperado por los pequeños. Sin embargo, ni el agua ni el viento lograron detener la comitiva de Sus Majestades los Reyes de Oriente, que partió desde la avenida de la Plaza de Toros. Eso si, el temporal sí que incidió en el trascurso de las carrozas. Cuando la comitiva enfilaba por Santa Clara, el diluvio tomó protagonismo, lo que provocó que se "pisara el acelerador", con un paso más veloz.
Así, las nueve carrozas —tres más que el año pasado— y las aproximadamente 800 personas que conformaban el cortejo recorrieron la calle de la Amargura, la avenida Príncipe de Asturias y la calle Santa Clara.
Fue allí donde el diluvio se hizo más que patente y los paraguas se abrieron en masa para paliar la tormenta. "La AEMET nos daba dos horas de tragua", comentaban desde la organización con la tristeza de quien lleva meses trabajando para dos horas en las calles.
Robots gigantes, una batucada extremeña, espectaculares carrozas y cientos de personajes y animales mágicos iluminaron el centro de la ciudad. Para cerrar la visita de los Reyes Magos a Zamora, el alcalde, Francisco Guardio, acompañado de Davida Gago, entregó las llaves de la ciudad a Sus Majestades , quienes dedicaron unas palabras a sus fieles seguidores en el interior de la Casa Consistorial. Y, como todo gran evento, la visita culminó con un aluvión de cariño y abrazos, porque no todos los días se recibe la visita de los Reyes Magos.
Ahora solo queda cenar e irse a la cama. Será difícil conciliar el sueño, pero la mañana más especial del año comenzará con una multitud de regalos bajo el árbol. El suelo de los hogares quedará cubierto de envoltorios, y será el momento de disfrutar de los juguetes solicitados previamente en las cartas a los Reyes. Un día mágico que será, sin duda, inolvidable.
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