Con la llegada del verano se hace necesario calmar el calor con refrescantes baños en diferentes puntos de la geografía nacional. Cualquier punto es bueno para intentar despegar el calor: playas, piscinas, lagos, ríos, embalses… Sin embargo, la irrupción del coronavirus podría hacer varias las costumbres de los ciudadanos.
Así al menos lo pide un equipo de investigadores del CSIC que ha publicado un informe sobre los riesgos de contagio de coronavirus en los diferentes medios acuáticos existentes. Para empezar, estos investigadores aseguran que la propagación se da más fácilmente en agua dulce que en agua salada o en agua tratada, como es el caso de las piscinas. Eso sí, siempre que en este tipo de medios se cumplen con las medidas sanitarias establecidas.
El mayor problema viene en los ríos, los lagos y las pozas de agua remansada ya que la supervivencia del virus puede ser superior, según este estudio del que se hacen eco varios medios de comunicación de nuestro país.
Según el estudio, la supervivencia de los virus en esos medios depende mucho de la temperatura del agua (puede prolongarse hasta 10 días en aguas con temperaturas a 23 grados), de la materia orgánica y de la presencia de bacterias "antagonistas" -en aguas residuales se reduciría a entre 2 y 4 días).
En este sentido, son muchas las autoridades de diferentes puntos del país las que están prohibiendo el baño en estas zonas o, en su defecto, minimizando al máximo el aforo para tratar de evitar riesgos.